Para ayudar en la gestión y cobranza en la morosidad en las colegiaturas de las escuelas particulares, la empresa Mattilda ha desarrollado una plataforma que ayuda a ese proceso.
La organización ha otorgado cerca de 20 millones de pesos en financiamiento a diversas escuelas de Baja California, principalmente en municipios como Ensenada, Mexicali y Tijuana, para potenciar su crecimiento y mejorar sus servicios, en un sector y región en los que es difícil para las escuelas obtener fuentes de financiamiento confiables, accesibles y flexibles.
Además, ya opera en más de 20 escuelas particulares en la entidad, en términos de automatización e ingresos garantizados, permitiéndoles tener un mejor control de sus recursos y la liquidez financiera necesaria para sus nuevos proyectos.
Con ello, suma más de 10 mil alumnos beneficiados en Baja California con sus soluciones financieras, al incrementar métodos y canales de pago, facturación al instante y soporte vía chatbot 24/7.

La empresa ofrece una solución integral, pues también da acceso al financiamiento, necesario para el crecimiento y la mejora de las escuelas, en un contexto donde el crédito para las instituciones educativas es limitado en México y Latinoamérica, debido a que las entidades financieras tradicionales consideran que el sector es muy volátil.
De acuerdo con Patrick Heinemann, co director de Crecimiento de Mattilda, las escuelas que ya utilizan esta plataforma han reducido un 50% la morosidad de las colegiaturas.
Durante el ciclo escolar 2021-2022, el número de alumnos en escuelas privadas en Baja California era de 173 mil 395, pero en el último ciclo escolar completado (2023-2024), esa cifra aumentó a 188 mil 249 alumnos, es decir, la matrícula escolar en instituciones privadas creció 8.5% en dos años.
La morosidad en el pago de colegiaturas es un gran desafío para las escuelas particulares en México, y en Baja California no es la excepción. Según datos de Mattilda, una empresa mexicana especializada en la gestión de cobranza y financiamiento para colegios, el 95% de estas instituciones en el país, es decir 9 de cada 10, experimentan retrasos en los pagos de colegiaturas, situación que también se refleja en la entidad.
Dicha morosidad impacta negativamente en diversos aspectos de las instituciones educativas, incluyendo proyectos de infraestructura, crecimiento de matrícula, capital de trabajo, remodelaciones, capacitación de profesores y administrativos, compra de equipo y adquisición de recursos tecnológicos.