El pez por la boca muere, reza el refrán, y los políticos en el discurso cavan la tumba de sus aspiraciones.
Para muestra tres botones hilvanados con mentiras, datos distorsionados y verdades a medias exhibidas por el gobernador Alfonso Durazo Montaño, por la secretaria de Seguridad, Dolores del Río, y por el alcalde Santos Gonzáles Yescas.
Los tres, durante la supuesta instalación de la mesa de seguridad por la Paz que se realizó el lunes 31 de enero pasado, se enredaron en sus propias frases llenas de términos comunes, de promesas de obras de “alto impacto” y de fingidos autocastigos al aceptar que sí, que la inseguridad en San Luis Río Colorado ha llegado a cifras históricas.
Empecemos por el gobernador Durazo Montaño, cuya visita se esperaba (con ansias lo repitió el alcalde Gonzáles Yescas hasta la sociedad en los días previos), pero resultó más de la misma verborrea política de los gobernadores que le antecedieron en el cargo. El mismo discurso cansado, atolondrado y repetitivo de “todos los días trabajamos por la seguridad y esperamos pronto lograr los resultados esperados”.
Desafortunadamente, el Gobernador no vino especialmente a atender el tema de la seguridad. Fue evidente que su visita, más por compromiso político que por atender realmente el tema coyuntural, fue para reciclar el anuncio de obras de infraestructura que, siendo realistas, sólo la de repavimentación parcial de la calle Segunda y de la calzada Monterrey, se ven como factibles para este año.
Sabemos de la lentitud de los presupuestos federales y es obvio que la construcción de un nuevo puerto fronterizo y de una nueva clínica del Seguro Social son proyectos a mediano y largo plazo. Lo de la pista de carreras off road (fuera de camino) es una vacilada, y sobre la aeropista, es claro que ante la existencia del aeropuerto de Mexicali a solo 45 kilómetros es inviable como alternativa de transporte para pasajeros de servicio turístico o de negocios. Que el gobierno del Estado se quiera construir una aeropista para sus funcionarios es otro cantar.
Hay que agradecerle al alcalde Santos Gonzáles Yescas esta retahíla de anuncios por parte del Gobernador, pues fue el propio presidente municipal quien admitió que él le pidió a Durazo Montaño que hiciera esas. ¿Dónde quedó el clamor de la ciudadanía, de las cámaras empresariales y del colegio de médicos por mayor seguridad, lo cual debió haber sido expuesto por Santos González Yescas? Perdió la oportunidad de reivindicar su liderazgo político ante una comunidad que sí se siente vulnerada por la violencia en las calles que generan los grupos organizados.
Precisamente, con ese argumento de que la violencia de los grupos criminales no tiene por qué afectar a la comunidad en general, el gobernador Durazo Montaño le resta importancia al fenómeno delincuencial en San Luis Río Colorado, y esa tónica siguen sus funcionarios.
La secretaria de seguridad, María Dolores del Río, tuvo tropiezo tras tropiezo en las preguntas que le hicieron reporteros el pasado lunes. Primero, no tenía las cifras a la mano y confundió hasta el nombre de la Fiscalía General de la República. Llegó a decir que los delitos en San Luis están todos en verde o amarillo (en el semáforo), y que ninguno está en rojo. Alguien le recordó el asunto de los homicidios dolosos y reviró para aclarar que se refería a otras cifras, pero no aclaró cuáles.
Debe saber la secretaria Del Río Sánchez que en San Luis Río Colorado, el robo a vivienda se mantuvo en rojo durante todo el 2021; el robo a negocio estuvo rojo durante 7 de los 12 meses del mismo año; y el narcomenudeo se mantuvo rojo de enero a noviembre, y nuevamente en enero de 2022, este delito está en rojo. Del homicidio doloso ni hablamos. ¿De qué pueden presumir, entonces?
Otro tropiezo: Afirmar que a partir de diciembre de este año se mirará una reducción en la ola criminal. Mientras tanto, que los ciudadanos le recen a su santo más milagroso para que no sucede una desgracia al estar en el sitio y en el momento equivocados.
En fin, una visita más, que sؚólo deja la promesa de 120 soldados más en las calles.
