El mercado municipal se construyó en 1924 en el gobierno de Abelardo L. Rodríguez y desde entonces fue el centro de actividades comerciales de Mexicali. Allí acudían los mexicalenses a realizar la compra de alimentos y otras mercancías. Está situado dentro del perímetro del centro histórico de Mexicali.
El mercado se incendió en 1927 y gobierno municipal de Mexicali en turno, lo reconstruyó pronto y siguió satisfaciendo las necesidades de los mexicalenses. los compradores eran tantos, que, en temporadas especiales, los comerciantes solicitaban permiso especial para abrir los domingos hasta las cinco de la tarde y el resto de la semana hasta las nueve de la noche.
En 1955, otro incendio destruyó parcialmente el mercado. Eran mis años de la secundaria 18, yo lo visitaba con cierta frecuencia. Caminábamos de la secundaria al mercado a comprar dulces mexicanos, que allí conocí. Admiré también las artesanías mexicanas en el puesto Laura. Desde entonces nunca he dejado de visitar los mercados de artesanías de todo el país.
El mercado fue reconstruido y reinaugurado por el presidente municipal Rodolfo Escamilla Soto y dicen los descendientes de los antiguos locatarios, que existe un documento donde el presidente expresó que después de veinte años, los espacios serían propiedad de cada locatario. Habrá que buscarlo.
Después del incendio de 1955, hubo reglas más estrictas para protegerlo. En 1962, el reglamento municipal de mercados prohibió a los locatarios fijar imágenes de cualquier especie y encender veladoras, lámparas, velas o fuego en el interior de los puestos. Quienes violaran esta regla serían sancionados con fuertes multas.
A partir de entonces se dio un uso más intenso a sus instalaciones. Dejó de ser sólo el lugar de las compras y loncherías, para convertirse en centro de muchas actividades. Para la década de los años sesenta, además de puestos comerciales funcionaban en el mercado dos bancos; Banco de Baja California y Banco de Comercio de Baja California, el Patronato de Asistencia Pública del Estado y la Agencia de la Delegación de precios.
En la planta alta funcionaba la Liga Municipal de Organizaciones Populares, bolsa de trabajo, Ministerio Público Federal, Comité Regional del PRI, Asociación de Periodistas de Mexicali, Unión de Artes Gráficas, el Sindicato de Trabajadores al servicio de los Poderes del Estado.
Muchas parejas de mexicalenses unieron sus vidas y miles de niños nacidos en la ciudad y el valle fueron registrados en la parte alta del mercado, donde se encontraban las oficinas del registro civil. Otro servicio que se ofrecía en el mercado era la biblioteca pública Eva Sámano de López Mateos. En la esquina izquierda del mercado, por avenida Obregón había una librería y en la parte alta funcionaba la galería José Arroyo.
El temblor del 4 de abril de 2010 destruyó parcialmente el mercado municipal y desde entonces han ejercido cuatro diferentes presidentes municipales y ninguno ha tenido ni el interés ni la capacidad de reconstruirlo, ni siquiera de mantenerlo limpio. Mucho se habla de levantar el centro histórico, pero las autoridades han centrado su interés sólo en dos cuadras de la avenida Juárez y en la zona del cine Curto, olvidando que el mercado municipal es parte del centro histórico.
Es vergonzosa la condición en que se encuentra este mercado. Es un foco de infecciones, con toneladas de basura, con personas que viven entre esa absoluta suciedad y si uno se acerca salen de entre las lonas gritando. Mexicali, donde vivimos, no merece esa indigna situación en pleno centro de la ciudad.
Un llamado a los mexicalenses profesora Norma Bustamante presidenta municipal y Rubén Hernández Chen, delegado del centro histórico. Ambos iniciando su segundo periodo de gobierno, sin voltear a ver el mercado.