Los menores de edad ya pueden cambiar su género inscrito por sus padres en su acta de nacimiento, siempre y cuando sean acompañados por un tutor. Bien por aquellos que ese impedimento les representaba uno de los problemas más serios en su vida.
Ahora nada más nos falta…
- Hacer los edificios públicos (especialmente los de gobierno) accesibles.
- Reparar el elevador de la Clínica 28 del IMSS pues desde hace años los derechohabientes con alguna discapacidad no pueden recibir consulta en el segundo piso.
- Activar el transporte público para personas con discapacidad motriz, pues al menos en Mexicali no existe un solo autobús que los pueda y quiera llevar.
- Reconstruir las banquetas que ofrecen un riesgo mortal para quienes intentan caminar sobre ellas, o sea casi todas).
- Generar conciencia entre los automovilistas que se estacionan en espacios azules sin que les importe tantito.
- Subsidiar y/o habilitar casas para personas en condición de migración, para que den espacios dignos a aquellos que tienen que buscar dónde volver a empezar con su vida, y no tengan que acabar en una banca, en una casa abandonada o en una fosa común.
- Habilitar los semáforos para que puedan servir para personas con discapacidad visual.
- Capacitar a los servidores públicos (en especial a los policías) para que sepan cómo actuar al momento de atender a una persona con autismo, ansiedad u otra condición especial.
- Atender en realidad la violencia contra la mujer, no solamente deteniendo a sus violentadores, sino atendiendo los focos amarillos, reeducando a los hombres -y mujeres- que crecimos con esa cultura machista.
- Dotar de los recursos suficientes (no migajas o discursos) a asociaciones civiles que se dedican a atender a sectores vulnerables, como niñas y niños sin hogar y que requiere educación, salud y un desarrollo pleno.
- Eliminar el cobro por consumo de agua a abuelitos y abuelitas, sin necesidad de obligarles a que cumplan con una serie de requisitos que solamente pueden solucionar aquellas personas que no necesitan el descuento.
- Infundirle paciencia y empatía a quienes atienden desde un mostrador a personas con alguna discapacidad auditiva o visual, así como a nuestros abuelitos, principalmente aquellos que están en sectores públicos y de salud (Les recomiendo ir a un casino para que aprendan cómo se atienden a los abuelitos dignamente. Ahí lo hacen porque les pagan pero, ¿que creen? ¡A los trabajadores de gobierno también se les paga para que lo hagan!).
- Sacar de las calles a personas que viven en esta condición, no condenándolas a morir al irlas a llevar en patrullas a las afueras de la ciudad, sino ayudándoles a encontrar un trabajo y un lugar donde vivir, con los servicios básicos. ¡Tratándolos como seres humanos, pues!
- Dejar de normalizar la presencia de niños y niñas trabajando en la calle y en campos agrícolas, sancionando a sus tutores que los usan para conseguir dinero o en su caso enseñarles que hay otra forma de ganarse la vida honestamente.
- Dotando de calles pavimentadas y servicios públicos de primera a los habitantes del Valle de Mexicali (porque no son de segunda, ¿verdad?).
- Abrir espacios especializados y adaptados para que chicos y chicas con alguna condición especial puedan recibir la educación que necesitan, con maestros capacitados para ello.
Cuando resolvamos estos dependientes -que en 10 minutos se me vienen a la mente- quizás podamos decir que en Baja California se está avanzando en lo que a inclusión de refiere.
Y a ti, ¿se te ocurre otro punto por resolver relacionado con la inclusión?