Quizá a la autoridad no se le está cayendo a pedazos el Estado, pero sí parece. Tal vez estén trabajando, de forma ordenada, guiados por un plan, pero no parece.
Calificamos al gobierno, por la forma en que nos cuentan sus historias. Vemos lo que ellos quieren que veamos, aunque eso, no necesariamente, refleja lo que están haciendo.
El problema radica, en una pésima estrategia de comunicación, centrada en el innegable atractivo físico, de la titular del Ejecutivo.
La obsesión de sus estrategas, por la popularidad inmediata, se topa con la paciencia necesaria, para contarle al pueblo, la sucesión de actos, que a fuerza deben ocurrir, cuando un trabajo se hace de forma correcta. Lo bien hecho, lleva su tiempo.
Lo más triste, es que, con lo que tienen, podrían crear una figura popular, y a la vez comprometida con su tarea, mostrando un gobierno eficaz, si tan solo se dedicaran a promover a la Gobernadora, trabajando, pensando, dirigiendo, leyendo, orientando, dialogando y no, bailando, frivolizando, aplicando rudeza innecesaria, contra quienes no la aman.
Mientras todo está en aparente calma, la estrategia actual, les alcanza. Lo duro llega con las crisis, las cuales desnudan la estructura, mostrándonos la debilidad del gobierno, en planeación.
La incomunicación social no es propiedad del Ejecutivo, en realidad, forma parte de la estructura gubernamental, muy pocos se escapan de ella.
Los políticos gobernantes, confunden la comunicación social, con hacerse acompañar de un fotógrafo, elaborar videos bonitos, para luego, saturar las redes sociales con ellos, mandar muchos boletines por WhatsApp, apapachar a la prensa.
El Poder Legislativo, parece estar haciendo mucho en la materia, pero en realidad solo trabaja en lo básico. Comparado con otras legislaturas, la actual y la inmediata anterior, lucen como unas lumbreras, cuando en verdad, siguen quedando a deber.
Un logotipo animado, un lema y muchas entrevistas, no es un plan de trabajo. Los Diputados aun no dicen, por medio de su campaña comunicativa, de qué forma, sus acciones, mejoran la vida del pueblo, solo vemos un de chile, dulce y de manteca, informativo.
El Poder Judicial hace su luchita, teniendo capacidad para mucho más. De los Ayuntamientos, quien mejor le ha entendido a esto, es Mexicali, pero su estrategia no ha sido suficiente, para mostrar un gobierno de avanzada, uno proponedor, que se adelanta al caos, solo vemos uno reactivo.
La comunicación social se impone a los caprichos, a la vanidad. Un buen estratega, convence al político, de la existencia de alternativas para promoverse, al mismo tiempo, en que se muestran los avances, claro, siempre y cuando exista algo para presumir, porque milagros, no hacen.