Norberto Corella Torres.
Reconozco que veinte días de gestión es poco tiempo para evaluar el trabajo de un gobernante, pero es notorio que la presidenta municipal de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda, ha tenido un arranque difícil.
La noche de la toma de posesión llegó tarde a la ceremonia, seguramente por esperar al gobernador electo Jaime Bonilla; declaró sin ningún sustento que “la policía municipal de Mexicali es la más corrupta”, y más reciente fue el haber recibido una rechifla en la Ceremonia de Clausura de las Fiestas del Sol, el festejo más importante de nuestra ciudad. Sin embargo no dejan de ser situaciones poco significativas que pueden ser olvidadas con una buena gestión.
Sin embargo nuestra Alcaldesa, tiene un reto bastante difícil por su falta de experiencia. Además, desde mi punto de vista, su antecesor hizo una excelente labor, lo que le deja muy alta la valla que tiene que brincar.
Para que reciba una evaluación positiva en su trabajo, tendrá que hacer presencia en las colonias de la ciudad, aunque no sea tan intenso el esfuerzo como el de Gustavo Sánchez, que desde que fue candidato suplente a Senador en 2012 y coordinador de la campaña de Víctor Hermosillo, saludaba como lo hacen los compañero de partido cuando quieren ser candidatos a algo, y vigilar el funcionamiento de la Administración Municipal para que obtenga buenos logros, cosa que es difícil en un país centralista en el que el Gobierno Federal se queda con 8 de cada 10 pesos que se recaban de impuestos y que reparte algunos apoyos a discreción.
Los pequeños errores cometidos de la Alcaldesa quedarán solo como anécdotas, si los resultados que obtenga son notables. Fácil no será, porque Mexicali tiene muchas carencias, pero hay la ventaja de que en el Gobierno Federal y en el Gobierno del Estado, a partir del uno de noviembre, habrá miembros del mismo partido al que pertenece nuestra Alcaldesa, y eso facilitará la obtención de recursos adicionales, que no es todo lo que hace falta, pero si algo indispensable .
Una revisión rápida de las necesidades de Mexicali, debe de incluir la necesidad de pavimentar, o al menos tapar baches, en muchas zonas de la ciudad. Otro serio problema es la inseguridad en muchas colonias. Es cierto que su solución no compete solo al gobierno municipal, sino que es función de los tres niveles de gobierno. Sin embargo los ciudadanos agradecerán que se capacite mejor a los agentes municipales, se les dote de buen equipo, incluyendo patrullas nuevas, ya sean compradas o rentadas y se les obligue a hacer bien su trabajo. Un problema menor es que la Policía no aplica la normatividad en lo relacionado al ruido después de cierta hora, ni el evitar que se beba en la calle. Todo se permite con tal de no interferir en la convivencia de los festejantes.
Dicen que la primera impresión que alguien se lleva de cada uno de nosotros, es la que vale. Pero tratándose de Mexicali, lo poco o mucho que hagan las autoridades por mejorar la ciudad, debe de reconocerse sin importar las cuestiones partidistas y al final de su gestión eso será lo que la distinga.
