Salvador García Estrada
Cuando los aspirantes a cargos de elección popular andan en campaña -en la búsqueda de votos pues-, gran parte de su dialogo con los electores se finca precisamente en la promesa de “realizar acciones en beneficio de la comunidad que pretenden gobernar y la solución a los problemas que les aquejan”.
El anecdotario político nos recuerda un hecho que tiene relación con el tema de hoy. En muchos casos los aspirantes con tal de ganar adeptos, hacen promesas increíbles, a sabiendas que no podrán cumplirlas. Les cuento; hace muchos años en un pueblo del estado de Michoacán, un candidato, en un acto electoral, prometió: “construir un puente.”.
De pronto, surgió una voz entre la muchedumbre que lo escuchaba aclarándole: “señor candidato, pero aquí no tenemos ríos ni arroyos”. Ni tardo ni perezoso el candidato respondió: “no importa también les traigo un rio, faltaba más”.
El tema viene a colación, al enterarnos que la joven alcaldesa, Marina del Pilar Ávila Olmeda, que nos gobierna desde el Palacio Municipal, al grito de “llevamos prisa”, ha cumplido ya con dos promesas hechas a los cachanillas durante su campaña: adecuar las tarifas del transporte urbano de pasajeros e iniciar la rehabilitación del Centro Histórico, tan olvidado por gobiernos anteriores.
En el primer caso, la diputada federal con licencia, como es bien sabido, logró convencer a los concesionarios del importante servicio a que eliminaran el cobro por el servicio de transbordo, que afirmase propiciará un ahorro sustancial a los usuarios, que estaban reclamando una baja en las tarifas vigentes.
En la segunda acción, que personalmente, consideramos es la más difícil, – rehabilitación del Centro Histórico-, con la integración de un Patronato que preside el ex diputado Carlos Torres Torres y la conversión de las instalaciones de lo que fue el Cinema Curto, –que a muchos nos trae gratos recuerdos–, en un mercado con características especiales, se dio el primer paso para lograrlo.
Se observa pues amigo lector, que Marina pese a la inexperiencia y otras debilidades que le achacaron sus adversarios políticos, en ocasiones en forma ofensiva, en ocasiones, con su decisión y entusiasmo muestra sus afanes por servir a la ciudad que la vio nacer, denostando que, cuando los funcionarios públicos aplican voluntad política a su desempeño, pueden actuar con honestidad y eficiencia.
De continuar así, ciertos estamos que siempre recibirá el apoyo de quienes con su voto la convirtieron en la primera mujer que gobierna tierras cachanillas, endosándole una gran responsabilidad que debe cumplir,
Salgares4gmail.com
