Eduardo Navarro González

En la medida que pasa el tiempo y se dejan de actualizar las leyes y normas para contener y verdaderamente reducir los delitos que de todo tipo ocurren en México, la actitud criminal crece desproporcionada como exponencialmente…

Lo vemos a diario en los noticieros nacionales y locales; sucede aquí y en cualquier otra parte del país –que es lo que nos importa–, inclusive ahí en la Ciudad de México que se decía “blindada” del crimen organizado…bah, cuando en realidad es “cabeza de playa” de las bandas criminales más sofisticadas e internacionalizadas que puedan existir en el orbe…

Así, con tanta información sangrienta disponible (a la velocidad de la luz), no queda más que aprovecharla los más importantes como modestos medios de comunicación masiva, llenando espacios de nota roja y dando cobertura extendida muchas veces hasta explotando el morbo innecesario que re victimiza y hace daño de manera insolente, impropia e inhumana.

Pero no hay que escandalizarse, así es nuestro mundo, aquí y ahora, lleno de brutalidad cuando se trata de víctimas inocentes de cualquier edad y sexo, pero nada importantes cuando no tienen relación alguna con gente de poder económico, social o político, por eso suman decenas –o mejor dicho– cientos de miles las ejecuciones y restos humanos encontrados en fosas comunes en México y…la cuenta aumenta.

Mientras, como al principio, las leyes bien…gracias y en no pocas veces aprovechadas a favor de delincuentes de cuello blanco o del tipo que usted quiera y mande, en el ámbito civil como en el penal, da igual…concediéndoles graciosos y apurados amparos para evadir la trastocada justicia o dejándoles penas mucho más cortas que las que merecen por el abuso y/o dolor causado.

Y esto no es un tema de gobierno, no señor. Es un tema de TODOS los que vivimos en México, es un tema que ilustra a un Estado fallido, porque el Estado somos todos, no solo los que para bien –o para mal– se incrustan en el servicio público.

Por eso, antes de que se acentúe la injusticia e impunidad por omisión o acción, antes de que se enseñoreé en México el linchamiento o la venganza en propia mano o más grave aún, antes de que se siga humillando a la fuerza pública (vestida de militar o civil), hay que apoyar y fortalecer a los que levantan la voz y quieren, urgen hacer algo extraordinario para superar la medianía de resultados y abatir el crimen en todas sus formas de manifestación…

…Antes, inclusive, de que el destino alcance a cualquiera de bien que es ajeno a lo ilícito, pobre o rico, porque nadie puede garantizarse “blindaje” ante una delincuencia omnipresente e inhumana que, ciertamente, tiene tomadas las calles y las 24 horas piensa como robar, matar, destruir, amenazar, despojar, violar, abusar y corromper impunemente. Y en esta batalla, recordemos, también hay que incluir a los que “por culpa” causan dolor y enlutan hogares, no por omisión o real accidente, sino consciente acción, ¿o no?…pero, usted qué piensa?

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