El presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó este jueves en Washington a su homólogo estadounidense, Joe Biden, impulsar la reforma migratoria en Estados Unidos prometida por este, que permitirá la regularización de 11 millones de mexicanos indocumentados.

“Ningún otro presidente ha expresado como usted un compromiso inequívoco para mejorar la situación de los inmigrantes”, dijo López Obrador a Biden en la Casa Blanca, en presencia también del gobernante canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, en el marco marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN), conocida coloquialmente como Los Three Amigos, convocada por el presidente Biden. Es la primera vez en cinco años que se celebra este encuentro político y económico, creado en 2005 con carácter anual, y que Donald Trump torpedeó sistemáticamente.

Los tres mandatarios, que según dio a conocer el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, mostraron “afinidad política y buena química” en una reunión de dos horas, durante la cual acordaron celebrar la cumbre de 2022 en Ciudad de México.

López Obrador traía su mensaje claro a Washington, y lo repitió en tres ocasiones. “Celebramos que [Biden] haya enviado la iniciativa al congreso de regular inmigrantes y que ojalá los legisladores la apoyen, porque es justo (…). No hay ninguna iniciativa mejor que esa en el terreno migratorio. Nosotros vamos a estar observando ese proceso”, dijo antes de verse con Biden el mandatario mexicano a la vicepresidenta Kamala Harris.

Después, en su reunión bilateral con el demócrata, resaltó que se trata de una iniciativa que “beneficia a millones de migrantes mexicanos que viven y trabajan honradamente en Estados Unidos”.

“Es una iniciativa para hacer justicia”, ha enfatizado López Obrador, abundando en la idea repetida durante esta semana de que considera que ha llegado el momento de que la comunidad mexicana (formada por 38 millones de personas) presione a senadores y congresistas a la manera que lo hacen, con indudable éxito, lo cuatro millones de cubanoamericanos.

Pero la reunión también ha supuesto una respuesta a otra constante reivindicación de México relacionada con los retos migratorios.

Esto es, que Washington aumente sus inversiones en los lugares de origen, especialmente en los países de Centroamérica.

“Estados unidos va a invertir en un programa que probablemente se llamará Sembrando Oportunidades”, aseguró Ebrard en una comparecencia al término del encuentro.

El nombre, de confirmarse, sería un guiño a un programa contra la pobreza puesto en marcha por el Gobierno mexicano en la frontera sur, llamado Sembrando Vida.

“Podemos enfrentar todos los desafíos que se nos presentan si nos tomamos la molestia para hablar entre nosotros”, sentenció Biden para subrayar la sintonía regional en la reunión trilateral celebrada el jueves por la noche.

“Como líderes, compartimos un entendimiento innato de que nuestra diversidad es una fortaleza enorme, que somos más capaces de liberar nuestro potencial cuando liberamos toda la gama de talentos de nuestra gente”.

Con este gesto, y tras sus recientes viajes a Europa y a la cumbre del cambio climático en Glasgow, Biden continúa en su empeño de reconstruir el entramado de relaciones internacionales que Trump dejó reducido a escombros.

También pretende mandar un mensaje de unidad regional frente a los desafíos comerciales que plantea China y, en menor medida, Europa. La relación especial entre los tres países ha tomado mayor relevancia a la luz de la crisis global de desabastecimiento.

Sobre China, López Obrador, que a principios de junio se reunió con Harris durante la visita de la vicepresidenta a México y lo había hecho virtualmente con Biden a finales de febrero, se ha mostrado contundente al decir que la cooperación regional es indispensable para poner coto al creciente poder del país asiático, que representa el 14,4% de los mercados globales, frente al 13% de Norteamérica.

López Obrador ha esgrimido unos datos basados en la última década, según los cuales, de confirmarse esa tendencia, si los tres países no hacen nada, en 2051 Pekín tendrá una cuota del mercado mundial del 42% (frente al 12% de México, Estados Unidos y Canadá).

Más información en EL PAÍS

Facebook Comments

Comentarios

comentarios

GRACIAS A TU DONATIVO PODERMX SIGUE SIRVIENDO A LA COMUNIDAD.