A 66 personas muertas y 76 heridas llegó el saldo que dejara la explosión de un ducto de combustible perforado en Tlahuelilpan, Hidalgo, la tarde de este viernes, de acuerdo a informó el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad. Entre los heridos hay tres mujeres, siete menores de edad y un niño de doce años, quienes fueron trasladados a distintos centros hospitalarios.

Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en una conferencia de prensa extraordinaria desde Palacio Nacional, que será la Procuraduría General la que defina si la tragedia fue provocada por algún grupo o fue un accidente por el riesgo que implica la extracción de combustible de los ductos.

Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, en la conferencia de prensa extraordinaria convocada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sobre la magnitud del problema, el mandatario expuso: “Es un problema grave, se da en Veracruz, se da en Hidalgo, se da también en Puebla, en el Estado de México, bueno, hasta cerca de la terminal de Azcapotzalco, en la propia ciudad…la gente de los pueblos de México, de toda la región petrolera y por donde pasan los ductos, saben de esto que estamos hablando”, señaló.

“Dije muchas veces en campaña de que nadie iba a verse obligado a robar para sobrevivir y que por eso se tenían que terminar estas prácticas…y estoy seguro de que vamos a terminar con estas prácticas”, enfatizó.

El Gobernador de Hidalgo aseguró que se han tomado las acciones inmediatas para atender a la población afectada, resguardando la zona del incidente, atendiendo a las víctimas y monitoreando el estado de salud de los heridos.

Los hechos este viernes

Según el testimonio del alcalde del municipio, Juan Pedro Cruz, eran alrededor de 200 personas las que trataban de recoger el combustible derramado en el suelo. Los policías y militares que trataban de acordonar la zona, según el relato del regidor de Tlahuelilpan, les pidieron, sin éxito, que se retirasen del lugar.

La coordinación en el traslado y atención a los heridos ha sido fundamental.

“Eran hordas de personas que, por llevarse una cubeta de hidrocarburo, pueden perder la vida”, remarcó Fayad. El incendio fue completamente extinguido a 23:50 horas, según informó el secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo.

La explosión se produce en plena batalla del Ejecutivo federal contra el robo de combustible, un negocio de gran escala en México en el que también ha penetrado el crimen organizado. Desde el pasado 21 de diciembre, las autoridades mexicanas han cerrado varios ductos de transporte de gasolina en el centro y occidente del país —las regiones más afectadas por la extracción de combustible, popularmente conocida como huachicoleo—. La clausura de las tuberías por las que circula la gasolina ha obligado al despliegue de camiones cisterna para llevar gasóleo y gasolina a las estaciones de servicio. Pese a estas medidas preventivas, en las últimas jornadas se han repetido las escenas de desabastecimiento en varios Estados, entre ellos la Ciudad de México.

 

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