CIUDAD DE MÉXICO. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este martes una “pausa” en las relaciones diplomáticas con las embajadas de Estados Unidos y Canadá, tras las advertencias de sus diplomáticos sobre los riesgos de la reforma para elegir por voto popular al Poder Judicial en México. Según el mandatario, esta medida se mantendrá mientras no haya una ratificación del respeto a la soberanía e independencia de México.
En su conferencia matutina, López Obrador aclaró que esta “pausa” aplica únicamente a los embajadores de Washington, Ken Salazar, y de Ottawa, Graeme C. Clark, y no afectará las relaciones con los gobiernos de ambos países. “Pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo”, matizó el presidente, subrayando que la relación bilateral sigue, pero bajo nuevas condiciones.
La decisión de López Obrador surge después de que, el jueves pasado, el embajador estadounidense Ken Salazar advirtiera que la reforma judicial propuesta por el Gobierno mexicano pone en “riesgo” la democracia en el país y podría afectar la relación comercial con Estados Unidos. Salazar también expresó que la elección popular de jueces podría facilitar la injerencia de los cárteles en la justicia.
Por su parte, el embajador canadiense, Graeme C. Clark, expresó a la agencia EFE que los inversionistas están preocupados por la reforma judicial, que podría ser aprobada en septiembre si la alianza de partidos de López Obrador obtiene la mayoría necesaria en el Congreso para modificar la Constitución.
El presidente López Obrador cuestionó la coincidencia en las declaraciones de los embajadores de ambos países, sugiriendo que existe una coordinación entre las posturas de Estados Unidos y Canadá. “Que también es de pena ajena, con todo respeto al Gobierno de Canadá, o sea, parece Estado asociado, juntos”, comentó.
Esta no es la primera vez que López Obrador decide “pausar” una relación diplomática. En 2022, el mandatario mexicano anunció una medida similar con España, aunque en esa ocasión no se tradujo en acciones diplomáticas concretas. La reforma judicial, de ser aprobada, permitiría que a partir de 2025 los mexicanos elijan a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, mientras que en 2026 el país enfrentará la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).