Fueron confundidos con integrantes del grupo rival. Los tres estudiantes de cine desaparecidos en Jalisco hace un mes fueron asesinados y disueltos en ácido sulfúrico por el Cartel Jalisco Nueva Generación, dio a conocer la Procuraduría de Jalisco. Restos genéticos de los alumnos de la Universidad de Medios Audiovisuales fueron encontrados en las últimas semanas en una finca a donde fueron llevados después del 19 de marzo, cuando fueron secuestrados por un grupo armado en Tonalá, una localidad colindante con Guadalajara.

La Fiscalía de Jalisco confirmaron que los estudiantes fueron confundidos por los criminales como parte de un grupo rival. Las autoridades también han asegurado que los alumnos de cine no pertenecían a ninguna organización criminal. “No se encuentra acreditado que tengan algún vínculo con algún cartel delictivo”, sostuvo la responsable de la investigación, Ivette Torres.

De acuerdo a las pesquisas, fueron al menos ocho personas las que participaron en el secuestro y asesinato de los alumnos, pero la Fiscalía solo ha conseguido detener a dos hombres. Este dato surge luego de que se realizaron 400 entrevistas, y de que se aseguraron 15 fincas, 6 vehículos y 15 armas de fuego. Finalmente se destacó que dos de los presuntos responsables, que fueron identificados como Gerardo “N” y Omar “N”, fueron detenidos el pasado 22 de abril y ya recibieron prisión preventiva.

Salomón Aceves, cachanilla.

Javier Salomón Aceves Gastélum, de 25 años y originario de Mexicali, Baja California; Daniel Díaz, de 20 años y de Los Cabos, Baja California Sur, y Marco Ávalos, de 20 años, de Tepic, Nayarit, desaparecieron la noche del 19 de marzo cuando volvían de un rodaje escolar en una cabaña del municipio de Tonalá.

Sus compañeros dijeron a las autoridades que el automóvil en el que viajaban se detuvo en el camino a causa de varias fallas mecánicas y en ese momento un grupo de hombres armados se acercó para secuestrar a los tres jóvenes.

Las autoridades relacionan el crimen con la propiedad en la que los estudiantes habían trabajado ese día en su proyecto escolar. La cabaña, cuya propietaria era la tía de uno de los jóvenes, también había sido una casa de seguridad del Cartel Nueva Plaza. En 2015, las autoridades detuvieron allí mismo a un grupo armado con artefactos de uso militar y un arsenal de drogas. La Fiscalía ha señalado que los estudiantes ignoraban la relación de la cabaña con los cárteles de la droga.

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