Mexicali. Del 2014 data la última actualización del Atlas de Riesgos de Baja California sobre desastres naturales, ocho años que rebasan por mucho los cinco que por ley deben de transcurrir entre cada una de las actualizaciones de este documento. El coordinador estatal de Protección Civil en Baja California, Salvador Cervantes, lo reconoció.
Explicó que cada uno de los municipios debe de contar con su propio Atlas y en base a todos esos documentos, y la inclusión de otros datos, se elabora el Atlas estatal. La actualización del 2014 fue la ultima vez que se hizo todo este proceso.
El funcionario estatal sostuvo que esta administración buscar actualizarlo, pero a parte, volverlo una herramienta de consulta mucho más accesible a la población en general.
Actualmente, revisar el Atlas de Riesgos representa tener un computadora, un software específico para poder revisar el contenido y personal especializado para entender la información, contrario a la directriz nacional que indica que debe de ser una plataforma amigable para cualquier ciudadano.
“Lo que estamos buscando es que sean plataformas mucho más amigables ¿A qué me refiero? Hoy en día los Atlas se manejan con una computadora, con un software, con personal especializado. Lo que estamos buscando ahora es que la plataforma de uso sea una plataforma donde un ciudadano pueda utilizarla, donde las instancias que regulan en los municipios el uso de suelo también pueda usarlo desees una oficina”, detalló el entrevistado.
La necesidad de poder tener esta herramienta actualizada es que se pueda consultar fácilmente y apoye decisiones como donde poder construir un edificio nuevo y las especificaciones que debe tener.
Cada municipio, abundó, tendrá que presupuestar y elaborar su propio Atlas bajo sus necesidades particulares. Por ejemplo, en Tijuana la prioridad deberá de ser abordar las lluvias y deslizamientos de tierra, en Tecate las bajas temperaturas y en Mexicali los sismos y las altas temperaturas.
En el caso de los nuevos municipios de San Quintín y San Felipe se tendrán que apegar a los Atlas de las municipalidades a las que pertenecían mientras elaboran los propios.
