Autoridades policiacas localizaron esta mañana una fosa clandestina en la zona árida de San Luis Río Colorado, Sonora, donde se encontraban enterrados los cuerpos de cuatro hombres cuya identidad se presume corresponde a personas que fueron privadas de su libertad a fines de enero pasado.

Elementos de la Gendarmería, de la Marina, el Ejército, así como Policía Municipal y Estatal, fueron movilizados hasta el sitio ubicado a un kilómetro hacia el sur de la avenida Dalias y la calle 48, cerca de la carretera que conecta el ejido Islita y la carretera de cuota al Golfo de Santa Clara.

En esta misma zona ya habían sido localizados los cadáveres de dos personas más, el pasado primero de febrero, por parte de las autoridades que indagaban sobre un “levantón” registrado en esta ciudad fronteriza que al parecer tuvo relación con el robo de un vehículo cargado con droga.

Pese a que se sospecha que los cuerpos hallados en ese entonces y los encontrados la mañana de este viernes corresponden a las víctimas de dicho secuestro, el Ministerio Público habrá de esperar a que se concluyan los estudios correspondientes a los restos humanos para corroborar científicamente esta presunción. Entre ellas se presume que están padre e hijos responsables de un yonke localizado cerca del sitio.

Todavía al mediodía de hoy peritos y personal del Servicio Médico Forense recababan evidencias en la fosa de unos tres metros de diámetro, donde se dio el hallazgo.

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