Las medidas impuestas por el gobierno federal para la importación de automóviles usados al país son prácticamente imposibles de cumplir, aseguró el recaudador del Estado, Nolberto González Grajeda, quien indicó que se tiene que flexibilizar la política en ese sentido para facilitar el ingreso de unidades usadas y con ello se menguaría el problema de los llamados autos chocolate.
Nolberto González Grajeda. FOTO: Alejandro García/PoderMX.
La propuesta que se maneja al interior del gobierno del estado cada vez que hay acercamientos con su homóloga federal entorno al tema es que se flexibilice la normativa, expuso el funcionario, ya que este es un reclamo no solo de la sociedad en general, sino de grupos de la iniciativa privada, como las sedes en Mexicali y Tijuana de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco).
“El esquema que nosotros hemos planteado a la federación es que se flexibilice la importación para este tipo de unidades, lo cuales debe de ser modificación federal en cuanto al arancel que pagan, en cuanto a los requisitos que deben dar para poder circular de forma legal en la entidad porque actualmente los requisitos hacen imposible la importación” expresó.
No se está pidiendo un decreto de importación nuevo o que se exente de los pagos a los ciudadanos de Baja California, dijo el recaudador, solamente que se modifiquen ciertos aspectos que faciliten los procesos de importación.
González Grajeda sostuvo que comprende la situación por la que atraviesa la población en cuanto a gastos y demás pagos, lo que vuelve todavía más complejo el cumplir con los requisitos de importación, pero pidió con dejarse llevar por las asociaciones como Anapromex u Onapafa, que son sus engomados buscan engañar a la gente y ofrecer protección contra las autoridades fiscales, lo cual es totalemente falso, aseveró.
