Agentes policiacos arrestan al activista Jorge Benítez, de Mexicali Resiste, mientras intercambian pedradas con manifestantes. FOTOS: Marco Vinicio Blanco y Luis Álvarez/PODERMX.
Acuerdan cese a las hostilidades esta noche; mañana reanudarán la protesta, advierten.
Al menos cinco manifestantes detenidos -entre ellos Jorge Benítez- y tres lesionados, además de un policía y un reportero lesionados por piedras, fue el saldo que se logró recabar esta noche, tras los enfrentamientos que durante el día se registraron en el rancho Mena, del ejido El Choropo, donde un grupo de civiles y policías se lanzaron proyectiles, los primeros para evitar el avance de la obra para conectar el agua potable para la empresa Constellation Brands, y los segundos para garantizar que esta obra avanzara.
Desde temprano se reunieron las fuerzas del orden a la vera de la carretera federal Mexicali-San Felipe, a la altura de la construcción de la planta trasnacional, obra a la que se oponen activistas de la localidad pues afirman que desabastecerá de agua a la población, situación que ha descartado tanto la empresa como el gobierno.
Los manifestantes se negaban a que maquinaria abriera una zanja que corre a un costado del rancho, donde instalaron su campamento, por la cual pasará tubería que conducirá agua a la planta, argumentando que esta obra está afectando al propietario de la propiedad contigua.
Una mujer increpa al operador de la maquinaria que excava la zanja.
Así se dividió el lugar: por un lado los policías sin armas de fuego pero ataviados con equipo anti motín, que se enfrentaron primero con gritos, luego con empujones y después con golpes, pedradas, agua, tierra, y algunos manifestantes lanzaron orines a los uniformados de la Policía Estatal Preventiva, Ministerial y Municipal. Ellos también lanzaron piedras a los civiles, golpeando a algunos de ellos en la cabeza y otras partes del cuerpo.
También un reportero, Roberto López, del Canal 66 local, sufrió una herida en la cabeza, producto de una piedra arrojada desde el flanco de los civiles, quienes además destruyeron las ventanas de dos trascabos que abrían la zanja de la discordia.
La batalla y la tregua
León Fierro, Mexicali Resiste, cambio de estrategia.
Cerca de las 15:30 horas se registró uno de los momentos de mayor tensión, cuando entre pedradas León Fierro, uno de los dirigentes de los manifestantes, subió a un automóvil y amagó con atropellar a los policías. El vehículo sufrió daños en sus ventanas y carrocería en la batalla campal que se desató.
Momentos después los policías aprovecharon el enfrentamiento para ir por cinco de los manifestantes y atraparlos. Se los llevaron por la fuerza y arrastrando, lo que desató el coraje de los civiles que lanzaron otra hondonada de piedras contra los uniformados. Reporteros que cubrían el enfrentamiento y quedaron en medio de los dos frentes, se cubrieron en cualquier sitio que encontraron para evitar ser alcanzados por los proyectiles que viajaban de un lado a otro.
Un agente e la PEP atiende la herida de un manifestante, en una tregua decretada entre policías y activistas.
De pronto alguien comenzó a gritar que había un herido entre los manifestantes y que ocupaba atención médica. Los policías pidieron que lo acercaran al límite de la propiedad, en tanto que los manifestantes exigían que viniera una ambulancia y socorristas entraran. Por fin entre “estira y aflojes”, los activistas permitieron entrar a un elemento de la Policía Estatal Preventiva que también es primer respondiente en urgencias médicas.
Detrás de la vivienda ubicada dentro del rancho, el paramédico atendió al lesionado quien presentaba una herida en la cabeza. Mientras tanto un grupo de activistas pedía a manifestantes mantener la calma ante la presencia de un agente estatal dentro de su terreno.
Después de esta acción, se mantuvo un momento de calma. La maquinaria permanecía detenida detrás de las filas de los policías, en tanto que los manifestantes encharcaban la tierra frente a los policías y otros recogían las piedras.
El Comandante de la PEP y un vocero de la resistencia acuerdan un cese a los ataques.
Uno de los manifestantes se acercó a la fila de los anti motines y les propuso cesar los ataques de ambas partes. Permitirían así que la maquinaria hiciera la zanja, bajo la condición de que ya no detuvieran a más compañeros. Y es que León Fierro y otros, se dieron cuenta que la noche estaba por caer y estarían en desventaja.
Vecinos de la zona no pierden detalle de los enfrentamientos.
Los ánimos se relajaron y algunos soltaron las piedras que aún traían escondidas entre sus ropas. Otros siguieron gritándole a los policías e incluso al operador del trascabo, que estaban traicionando a su pueblo.
Minutos antes de las 17:00 horas, algunos manifestantes se retiraron y llegaron otros a mantener su presencia en el campamento. Lo mismo pasó entre los policías, quienes aprovecharon la calma unos para comer, otros para asearse, llamar a su familia o simplemente descansar.
Entre las filas, pasaron mujeres y hombres que momentos antes protagonizaron la encarnizada reyerta que amenaza con seguir este miércoles, dependiendo de la estrategia que los dirigentes del movimiento adopten.
