Mexicali, Baja California.- Los doce niños rescatados de un domicilio del Conjunto Urbano Universitario eran obligados a trabajar pidiendo limosna en distintos cruceros de la ciudad. Seis de ellos ya fueron enviados -junto con sus papás- de regreso a sus ciudades de origen, mientras los demás permanecen en el Albergue Temporal del DIF Estatal.
Este lunes la alcaldesa Marina del Pilar Ávila Olmeda, fue recibida por la directora del DIF Baja California, Blanca Fabela Dávalos, en el albergue ubicado en la colonia Guajardo, de esta capital, a donde fueron llevados los infantes después de que la Policía Municipal, en compañía de personal del DIF los localizara.
Estos infantes fueron localizados por personal del DIF Municipal cohabitando en condiciones de hacinamiento e insalubres, junto con un grupo de adultos, algunos de ellos que no eran sus familiares.
Los menores fueron canalizados por el Juez Calificador al Albergue, caso que la Subprocuraduría para la Defensa de los Menores y la Familia trabajó con un equipo multidisciplinario para establecer si existió algún delito que atente contra su integridad física o psicológica.
Ávila Olmeda subrayó que en el gobierno que encabeza no habrá tolerancia alguna al maltrato infantil en ninguna de sus modalidades y mucho menos a la explotación laboral de las niñas y niños.
“Esto es un mensaje de que no habrá tolerancia. Seguiremos con este trabajo, y en coordinación con DIF Baja California”, enfatizó.
Las niñas y niños en mención eran obligados a solicitar dinero en los diferentes cruceros de la ciudad, donde fueron detectados por DIFMexicali. Posteriormente se logró ubicar el inmueble donde una persona que no acreditó el parentesco con ninguno de ellos, los tenía hacinados y en condiciones insalubres.
Marina del Pilar sostuvo que estará al pendiente de los seis infantes que aún están en resguardo, a fin de apoyarlos en lo que sea posible, lo cual podría darse este próximo miércoles.
Mientras tanto la directora del DIF Baja California, Blanca Fabela Dávalos, precisó que no se hallaron indicios de desnutrición ni maltrato físico en los menores, por lo que se buscó reintegrarlos con sus familias en sus lugares de origen.
FOTO PRINCIPAL: Una mujer alimenta al niño que carga en su regazo, desde un vaso de foam ubicado de un macetero del camellón del bulevar López Mateos. Foto: Marco Vinicio Blanco.
