Playas de Rosarito, Baja California.- Efrén le pidió permiso a su mamá para ir al parque por una hora, pero ya no regresó. Iba a ir a casa de su primo, para jugar juntos, pero nunca llegó. Su cuerpo fue localizado cerca del arroyo Huacatay en Rosarito, con la cabeza destrozada a golpes.
Quien le arrebató la vida a sus 13 años, usó una piedra para atacarlo hasta que no pudo más y dio su último respiro. El pequeño, quien vivía cerca del predio donde fue encontrado sin vida, era conocido por sus vecinos como muy educado y estudioso. Practicaba Karate y era disciplinado, narra su mamá, Laura.
La madre desconsolada, hoy pide dos cosas: que la muerte de su hijo se esclarezca y que las autoridades pongan más atención en el lugar donde ocurrió el homicidio, pues el lugar está muy descuidado y a cualquier otro niño le puede pasar lo mismo.
La tarde del domingo pasado Brian Efrén Cortez Rodríguez salió de su casa a jugar al parque. Al ver su familia que no regresaba, comenzaron a buscarlo en el lugar donde supuestamente había ido y entre sus amiguitos y familiares, pero no lo encontraron. Fue su padre quien dio aviso a las autoridades tres horas después de que el menor salió el hogar.
Fue hasta las 7:00 de la mañana del día siguiente cuando fue localizado el cuerpo del jovencito, con golpes en la cabeza que le ocasionaron la muerte.
El Servicio Médico Forense confirmó que fue un traumatismo craneoencefálico la causa de la muerte de niño, cuyo cuerpo también tenía heridas contusas, punzocortantes y excoriaciones.
“Le destrozaron su cabecita, su orejita, se ensañaron con él y me lo dejaron tirado ahí en el arroyo”, narró su madre quien lo identificó después y quien hoy espera que llegue la justicia para su hijo.
