Mexicali, Baja California.- Además del personal de la salud, si hay un gremio que sabe del riesgo, de lo que es perder a un ser querido o a un compañero por COVID-19, es el de los policías. Este lunes el oficial Enrique Mendoza tuvo su último pase de lista. Sus hermanos de sangre azul lo despidieron, rindiéndole honores frente a lo que fuera su segundo hogar durante los últimos 17 años de su vida.
Al mediodía de este lunes, en una urna que portaba su hermana, llegaron las cenizas del agente a bordo de una patrulla de la corporación municipal, quien la noche del pasado jueves falleciera en el hospital 30 del IMSS, mientras era atendido por la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2. Frente a la Comandancia ya aguardaban integrantes del Cuadro de Mando, agentes operativos de la dependencia y personal administrativo.
Enrique se convirtió en el onceavo agente municipal en perder la batalla contra el nuevo Coronavirus que hoy mantiene recluidos a 407 elementos de esta misma dependencia, algo así como una quinta parte de su personal operativo, susceptibles a enfermar y sufrir graves consecuencias por diversas comorbilidades en su salud.
“Entendemos el riesgo, nuestra policía es una policía de contacto, de atención permanente y la naturaleza del riesgo es permanente también”, comenta Alejandro Lora Torres, director de la corporación, quien reconoce: “El tema COVID le ha pegado muy duro a la Dirección de Seguridad Pública”.
“La Policía Municipal es testigo de lo que representa la pérdida de alguien muy querido, de compañeros que realmente han entregado todo y hoy los estamos despidiendo“, lamentó el jefe policíaco.
Eran las 12:00 horas cuando Kiki, como le decían sus amigos, llegó a su centro de trabajo, pero esta vez para despedirse por última vez, en un pase de lista donde sus compañeros y compañeras gritaron tres veces “¡Presente!” al escuchar su nombre. Junto a su urna, el llanto de su esposa, su madre y su hermana, se asomaban por entre los lentes oscuros y cubrebocas.
Después, el ulular de las sirenas del autos patrulla invadieron varias cuadras alrededor de la Comandancia Central de la Policía Municipal de Mexicali este mediodía.
Lora Torres se acercó y dirigió unas palabras a Ana María, esposa de Mendoza y a sus familiares. Recordó el buen ánimo y el entusiasmo que siempre le puso a su trabajo. Les recordó que la Comandancia de Policía siempre les recibirá como su casa e invitó a acercarse a cualquier agente municipal si algún problema les aqueja.
Finalmente los restos del agente municipal fueron trasladados, en patrulla, a su última morada, mientras que sus compañeros volvieron al servicio, portando un moño negro en la placa, en señal de luto. Un moño negro que lleva meses ahí puesto.
