Debido al éxito que tuvo su propuesta para actualizar la currícula de DARE para Padres en la ciudad de Mexicali, Sergio Arellano Gallegos obtuvo el reconocimiento como mejor agente de este programa a nivel nacional, por lo acudirá a Orlando, Florida, a representar a todo el país en el Encuentro Internacional DARE.
El mérito del agente cachanilla fue la de modificar un programa de estudio que no se había actualizado en los últimos 20 años, además de ser una estrategia un tanto olvidada en administraciones anteriores. Fue hasta que el actual Ayuntamiento entro en funciones que se reactivó el programa específico para padres de familia.
“Lo tiempo han cambiado, las situaciones han cambiado y lo que hicimos fue modificar la curricula a los tiempos actuales. DARE para Padres estaba un poco olvidado, pero actualmente ya hay una buena aceptación en las empresas, escuelas y hasta centro religiosos a estas pláticas” afirmó el agente.
Saber tratar sobre redes sociales, comunicación en temas actuales, relaciones familiares y autoridad son algunos de los temas que se abordan con ésta actualización curricular que antes no se abordaban, pues antes la mayoría de las pláticas se enfocaban en las adicciones, tema que ahora solo ocupa una de las pláticas que se dan.
El cambio a DARE para Padres se debe, explicó el agente, a que detectaron que muchos de los problemas en la juventud se dan por dinámicas familiares incorrectas, ya que ahora prácticamente los niños y jóvenes se educan solos y las figuras de los padres han perdido su importancia.
“Los papas actualmente no tienen autoridad con los hijos. Los hijos están educándose solos de cierta forma y nosotros le estamos dando a los papas las herramientas necesarias para que retomen esa autoridad y puedan comunicarse, imponer reglas y límites a los niños o jóvenes” afirmó Arellano Gallego.
Afirmó que los padres que han participado en las pláticas se sorprenden al principio al vincular automáticamente DARE solamente con los menores, además las temáticas son poco abordadas en otros círculos sociales a los que pertenecen.
“Piensan (los padres) que con el hecho de que los niños coman y vayan a la escuela ya es educarlos, pero se olvidan de la parte emocional. Cualquier vicio se da por un vació emocional y eso es lo que les trasmitimos. Un niño que se sienta amado jamás va estar en drogas” afirmó el oficial.
