Mexicali, Baja California.- Inocencia González Sáinz, la mayor autoridad de la etnia Cucapah en territorio bajacaliforniano, embajadora mundial de su cultura y de las tradiciones de esta comunidad que hoy lucha por no extinguirse, ha fallecido este miércoles por problemas de salud.

En marzo pasado, Inocencia, la única sobreviviente de la comunidad Cucapá que hablaba la lengua original, y quien fuera galardonada con el Premio Nacional de Arte Popular en el año 2019, tuvo que ser hospitalizada en Mexicali a causa de un problema que fue poniendo su salud en una situación cada vez más delicada y que terminó costándole la vida.

De 84 años de edad Inocencia fue reconocida como instructora de la lengua, ritos, baile y cocina tradicional Cucapah, destacada por su dominio en la técnica y elaboración de implementos de pesca.

A lo largo de su vida fueron premiados sus esfuerzos por promover, conservar y difundir la cultura originaria.

Su hija, Antonia, compañera inseparable, junto con sus hermanos y nietos, no la dejó sola en ninguno de sus proyectos y travesías.

Días después de volver a ver correr el agua por el Río Colorado, como si hubiera sido un deseo cumplido, Inocencia dejó este mundo.

Inocencia, con raíces verdaderamente cachanillas

En su cumpleaños número 84, Inocencia compartió parte de su historia a través de una publicación en Facebook en la página Salvemos la Sierra Cucapá, donde ella es protagonista. En su narración, recuerda como es que su testimonio ha sido de gran importancia para que historiadores y otros interesados en el relato de los primeros años de la comunidad nativa de esta tierra, documenten lo que aquí se vivió hace mucho tiempo.

El texto íntegro dice así:

Me llamo Inocencia González Sainz, nací donde ahora le dicen el campo Sonora; antes era un monte tupido de sauces. Ai nací, en una casa de cachanilla; ese lugar antes no tenía nombre todavía, nomás era la orilla del río, ahora le dicen el campo Sonora.

Mis papás fueron Prisciliano González y Teodosa Sainz Domínguez. Mi amá era cucapá y mi apá era del lado de México, por allá de Toluca. Ellos se conocieron porque mis abuelitos vivían ai donde le dicen El Meganito, ai de la laguna para acá, [kilómetro 50 de la carretera Mexicali-San Felipe], donde está la loma ésa, donde está el panteón de los cucapá ahora. Ai tenían una casa de adobe Mi apá había llegado con el coronel Cantú en 1911, porque era soldado. Vivía aquí en El Mayor; cuidaba los barcos que llegaban al río, La Pacita y el Río Colorado. De ai se iba a ver a mi mamá.

Ellos se casaron y mi apá se quedó a vivir por aquí. Tuvieron muchos hijos; mis hermanos eran Delmiro, Julián, Juana, Margarita, Abigaíl, Carolina, Carlos, Bárbara, Onésimo y Hermelinda. Mi abuelita se llamaba Manuela Domínguez y ella me contó muchas cosas que a mí ya no me tocó ver.

Inocencia González Sainz, nació el 28 de diciembre de 1937. Vive en la comunidad El Mayor Indígena Cucapá y le ha tocado participar muy activamente en actividades culturales en la comunidad. Ella fue quien inició el trabajo de elaboración de objetos de chaquira, actividad que ya estaba olvidada, pero con la ayuda de Juan García Aldama –quien recordaba cómo tejer la chaquira–, en 1975 recuperó ese conocimiento ya casi desaparecido.

Supo transmitir a las mujeres de su comunidad el interés por la elaboración de objetos de chaquira. Es una de las mejores tejedoras de la comunidad; prueba de ello son los primeros y segundos lugares que sus trabajos han obtenido en los concursos regionales y nacionales de artesanías. Sus collares se encuentran en varios museos del país.

Ha sido informante de varios investigadores y apoya los trabajos del Museo Comunitario Juan García Aldama de El Mayor Indígena Cucapá, atendiendo a los visitantes, a quienes en ocasiones guiaba a diversos sitios de interés de la comunidad. En los eventos donde participan las artesanas cucapá elaborando y vendiendo sus productos, Inocencia siempre colabora.

Las faldas de corteza de árbol, que en el pasado fueron la principal vestimenta de las mujeres cucapá, actualmente son elaboradas únicamente por Inocencia. Ella las vende como artesanía y para exposiciones en museos. Ha contribuido a la conservación de su lengua, grabando información en cucapá y conservarla para un estudio lingüístico posterior.

La señora Inocencia González Sainz recuerda que su padre sembraba chile, tomate, repollo, lechuga, maíz, calabaza, sandía y melón en un predio aledaño al río Hardy que le decían La Carpa:

Mi papá acostumbraba excavar alrededor de un árbol y allí ponía un piso de cachanilla y ponía las sandías y los melones; encima ponía otra capa de cachanilla y la cubría con tierra para que se conservaran más tiempo.

La calabaza la conservaban en grandes tiras. Inocencia dice que cuando estaba madura, le quitaban la cáscara, la cortaban en tiras muy largas y la colgaban de algunos palos para que se secara; allí podía permanecer en buenas condiciones hasta un año. Cuando querían comerla, cocían aquellas tiras. Con el tiempo empezaron a cocerla con piloncillo.

Inocencia, una mujer cucapá, toda una historia y una cultura diferente. Felicidades en su cumpleaños.

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