Mexicali. Tener un hijo con autismo no es nada fácil en una ciudad como Mexicali, donde la infraestructura urbana es la peor enemiga de quienes tienen esta condición o alguna discapacidad, sin contar con que la sociedad no está educada para convivir con personas en esta situación.

De ello da cuenta la doctora Lilia Curiel, quien no solo tiene un hijo con autismo, sino dos. “Es que Dios me quiere mucho”, explica la doctora al hablar de sus hijos Emmanuel, de 19 años de edad, y Geovanna, de 27. Junto a ellos ha padecido la falta de empatía de la gente y del gobierno.

Ella fue una de las personas que tomaron la palabra durante la reunión informativa para preparar la Consulta para Personas con Discapacidad, llevada a cabo este miércoles en la Casa de la Cultura.

“Ya los animalitos tienen su marco legal, tienen leyes que defienden sus derechos, y las personas con autismo no”, lamentó. La escucharon los diputados Víctor Navarro y Juan Manuel Molina, así como la diputada Michel Sánchez Allende, quien convocó a este ejercicio.

Mientra hablaba, la odontóloga lidiaba con su hijo Emmanuel, quien, cansado de estar sentado en el teatro que recibió a los participantes, se levantaba de manera estrepitosa de su silla y alzaba la voz de vez en cuando.

“Yo no les pido amor, es pido empatía”, insiste la madre del joven. Su petición va en dos sentidos: Que así como han legislado para proteger los derechos de los animales, también legislen para apoyar a las personas con discapacidad.

Y es que son los padres de las persona con autismo quienes experimentan en carne viva lo que las autoridades necesitan saber para adecuar -desde la infraestructura, hasta la cultura ciudadana- el mundo para las personas especiales.

“Anécdotas hay muchas, bonitas y otras tristes, pero cuando pasa algo incómodo con otras personas normales yo no me avergüenzo de mis hijos; yo les digo que así son ellos, y con el tiempo la gente se va dando cuenta, va reconociendo.

La doctora Curiel, quien ha tenido que dejar su trabajo para concentrarse en atender a sus hijos, insiste en que la sociedad no sabe cómo actuar ante una persona con una condición especial como la de sus hijos, pero parte de ello también es culpa de los responsables de educar.

Hace falta, apunta, que desde las escuelas preparen a los niños para saber qué es el autismo, qué es una discapacidad, que no es una enfermedad contagiosa, y que son personas normales, pero si los mismos representantes populares no tiene claro esto, difícilmente podrá concretarse.

Facebook Comments

Comentarios

comentarios

GRACIAS A TU DONATIVO PODERMX SIGUE SIRVIENDO A LA COMUNIDAD.