MEXICALI. Por su importancia y trascendencia para construir un nuevo sistema de justicia a la mexicana, como parte del segundo piso de la Cuarta Transformación del país, la senadora Nancy Sánchez Arredondo planteó la necesidad de impulsar figuras como la de la ministra Lenia Batres Guadarrama, la cual reviste, dijo, enorme vocación, empatía y responsabilidad social.
Entrevistada al término de la conferencia impartida el pasado lunes por la ministra Batres sobre “La Reforma al Poder Judicial de la Federación y su impacto social”, la también diputada federal electa por el distrito 02 en Mexicali, destacó la personalidad sencilla de una mujer formada en las luchas sociales y que hoy, por sus méritos y capacidades, es parte integrante del máximo tribunal de justicia en el país.
“Son ese tipo de funcionarios los que requiere la justicia en México; los que se ponen en la piel de los demás y que no se pierden detrás o debajo de las montañas de expedientes y discursos rimbombantes, sino que saben responder con conocimiento y empatía a todos y cada uno de esos casos en los que, en ocasiones, van propiedades y hasta vidas de por medio”, dijo.
La legisladora federal recomendó no tener miedo a que los jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial sean electos por el voto popular, porque el pueblo ha demostrado a través del tiempo y los distintos procesos electorales que pocas veces se equivoca.
“No podemos adelantarnos, pero tampoco descalificar de antemano las capacidades de una sociedad que está exigiendo desde hace muchos años un ejercicio de la justicia pronta, expedita, alineada con los intereses del pueblo y no sujeta a los intereses de los más poderosos”, subrayó.
Por otra parte, la senadora Sánchez Arredondo recordó que el Poder Judicial en Baja California no escapa a las denuncias públicas por irregularidades y hechos de corrupción y que aunque poco se habla de ello en público, éstas existen, incluso algunos casos graves relacionados con abusos de poder, corrupción y conflicto de interés, de cuyos resultados nada se sabe.
Dijo que como sociedad debemos aspirar a construir un sistema de justicia mexicano único, adecuado a nuestras necesidades y a nuestra condición que es distinta a las de otros países.
Apuntó que el gasto excesivo, la lentitud para dictaminar, el retraso de cientos de miles de expedientes, la falta de controles auténticos, los señalamientos de corrupción e impunidad, son argumentos contundentes que nos reclaman por qué, la reforma al poder judicial es no solo una demanda social legítima, sino necesaria e inaplazable.
Indicó que la impartición de justicia debe evolucionar para mejorar porque arrastra situaciones que la han vuelto inoperante, onerosa y elitista; porque no responde a las demandas de nuestra sociedad mexicana y porque es el único de los Poderes de la Federación que se audita a sí mismo, a través de su Contraloría Interna y su Consejo de la Judicatura Federal, que dependen administrativamente del Poder Judicial, lo que encierra un grave problema de intereses y propicia impunidad y corrupción.
Fue entonces cuando recordó la denuncia presentada por el Colegio de Abogados de Mexicali ante el Consejo de la Judicatura Federal en 2009, por corrupción y tráfico de influencias contra magistrados del décimo quinto Circuito de Tribunales Colegiados, que al parecer nunca procedió.
En la denuncia se manifestaba el abierto y descarado coyotaje y la venta al mejor postor de la resolución de denuncias, donde se presentaron fallos ilógicos y descabellados basados en testigos falsos y dictámenes de peritos designados por el Consejo de la Judicatura sin méritos y sin exámenes de conocimientos y experiencia.
Finalmente, dijo, como parte de la opacidad que se vive en el Poder Judicial no sabemos en qué terminó esa denuncia presentada por parte del Colegio de Abogados, como pasa con muchas otras que apuestan al olvido por parte de la sociedad que hoy, más que nunca, exige transparencia y, sobre todo, resultados.
