La controversia ocasionada por la pugna entre los Poderes del Estado por que la próxima administración gubernamental en Baja California sea de 5 y no de 2 años, no ha afectado para nada el proceso de transición entre la administración del actual gobernador Francisco Vega de Lamadrid, y el electo, Jaime Bonilla Valdez.
Kiko Vega estuvo presente en la jornada de atención ciudadana en tu centro de trabajo, para después, ante medios de comunicación, insistir en que lo aprobado hace una semana y media por el Congreso del Estado va en contra de la decisión del pueblo, y que de ninguna manera cambiar de 2 a 5 años la duración de la próxima administración estatal, vendría a generar algún ahorro.
De todas formas, definió, los cambios constitucionales propuestos y aprobados en el Congreso local no modifican el periodo del mismo Poder Legislativo ni el de los ayuntamientos bajacalifornianos, por lo que en dos años sí volverá a haber elecciones, aunque el periodo del Gobernador se amplíe a cinco.
A unas horas de haberse dado la reforma constitucional, Vega de Lamadrid mandó a su secretario general de Gobierno, Francisco Rueda Gómez, a anunciar que él no ordenaría publicar la modificación, medida meramente simbólica que únicamente posterga unos días su entrada en vigor, pues el Congreso tiene la facultad de ordenar su publicación si el Ejecutivo no lo hace.
Kiko se lavó las manos. El Jefe del Ejecutivo estatal aseguró que él desde su responsabilidad está adoptando lo que le corresponde del exhorto emitido por el Congreso del Estado, incluso de manera anticipada, donde además se le llamó al Legislativo local a dar marcha atrás en las modificaciones, lo cual no sucederá pues cancelaron las dos sesiones que tenían programadas para antes de concluir su gestión como diputados, el último día de este mes.
Sin embargo, Vega de Lamadrid no se animó a hablar de corrupción, pues reconoció, no tiene pruebas. “Nosotros sabíamos que se estaba dando, sin embargo, fue una sorpresa…cada quien somos responsables de nuestros actos”, concluyó.
Por otra parte, dijo que el proceso de transición se está dando bien entre ambos equipos, el saliente y el entrante. El propósito principal es que no se pare el Estado por ningún motivo, no podemos permitirlo. “Debe ser proceso amplio y ordenado”, acotó.
