Ensenada, Baja California.- Será este lunes 28 de febrero cuando regresen las clases presenciales en su totalidad a las aulas de Baja California, según anunció esta mañana la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Durante su rueda de prensa realizada desde Ensenada, esta mañana de miércoles, la mandataria estatal señaló que la disposición está dirigida a todos los niveles educativos.
“La pandemia pronto dejará de ser una pandemia para convertirse en una enfermedad endémica…debemos de aprender ya a vivir con una nueva enfermedad como lo es el COVID-19”, afirmó a mandataria.
La determinación se toma a tres días de haber llegado Baja California al color verde en el semáforo de alerta epidemiológica dentro de la pandemia ocasionada por la enfermedad COVID-19, con una disminución de casos activos, decesos y ocupación hospitalaria, pero con los niños menores de 12 años sin vacuna.
Ávila Olmeda expuso que para tomar esta decisión se han estado realizando revisiones en planteles educativos y así asegurar que estén en óptimas condiciones para recibir al alumnado.
Para evitar la propagación de contagios, abundó, se continuarán aplicando protocolos sanitarios, como la instalación de filtros, el lavado constante de manos y el uso de cubrebocas.
Durante la sesión de preguntas y respuestas con reporteros de Ensenada, la Gobernadora indicó que abatir el rezago educativo es ahora la prioridad de su administración y para ello, dijo, ha estado trabajando de manera coordinada con los dirigentes del magisterio.
Sin embargo, la morenista reconoció que para los estudiantes no es lo mismo recibir sus clases en línea que hacerlo de forma presencial. “Hay muchos que no conocen a sus compañeros”, mencionó.
Adelantó que cada estudiante será evaluado en lo particular, para determinar las áreas de oportunidad para atender y así recuperar el tiempo perdido. No descartó un séptimo año de primaria.
Sobre los riesgos que ofrece este regreso a clases, el secretario de Salud en Baja California, José Adrián Medina Amarillas, señaló que se estarán aplicando tres filtros principalmente; el primero será el de los padres de familia, quienes a diario deberán confirmar que sus hijos no presenten algún síntoma de COVID-19. Además, a la entrada de los planteles educativos también se estará verificando la condición en la que arriben los educandos, para detectar cualquier sospecha.
Finamente, agregó el funcionario, los profesores deberán estar pendientes en todo momento de posibles síntomas entre sus alumnos.
En caso de de ser detectado algún estudiante con síntomas sospechosos de COVID-19, los docentes podrán reportarlo a las autoridades de salud, las cuales enviarán en ese momento una brigada para establecer un cerco epidemiológico y evitar así la propagación de la enfermedad.
Las clínicas de fiebre en todo el estado, recordó, se encuentran abiertas para revisar cualquier casos sospechoso, con pruebas suficientes para descartar cualquier posibilidad.
