CHILPANCINGO. Tenía seis días en el cargo y hacía poco le habían matado a su secretario de Gobierno. La mañana de este domingo fue asesinado el alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos, cuyo cuerpo fue localizado dentro de un vehículo y su cabeza cercenada encima del toldo del mismo vehículo. El crimen organizado así da la bienvenida a la administración municipal que era encabezada por el priista en la capital de Guerrero. La gobernadora, Layda Sansores ha expresado su rechazo a este nuevo crimen, así como decenas de personajes de la vida pública en México.
Diversas entrevistas dio el Alcalde Chilpancingo, en diversos medios locales y nacionales dando la cara tras el asesinato de su brazo derecho en el Ayuntamiento, Francisco Tapia, quien perdió la vida luego de ser baleado en una calle del centro de la ciudad.
“Es muy doloroso, muy lamentable. Exigimos justicia para que este crimen no quede impune”, repitió una y otra vez.
La capital del Estado de Guerrero, uno de los más pobres y olvidados de México, profundiza la espiral de violencia y descomposición social que se extiende por amplias zonas del Estado, sumido en múltiples enfrentamientos entre grupos del crimen por el control del territorio.
El asesinato de Arcos ha sido confirmado por Alejandro Moreno, el presidente del PRI, y la Fiscalía estatal, sin dar muchos más detalles.
Fue decapitado. Su cabeza apareció a media tarde sobre el techo de una furgoneta blanca, con el resto del cuerpo en el asiento del conductor. Arcos había pasado la mañana visitando los barrios más afectados por las lluvias e inundaciones que están haciendo estragos en buena parte del Estado.
