Los siete detenidos durante las protestas en Tijuana, en torno al sexto aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, fueron puestos en libertad y sin cargos, por las autoridades estatales. A su salida de prisión, consideraron que su arresto reflejó un acto represivo de la autoridad.
El sábado anterior se llevó a cabo una marcha y manifestación para recordar los hechos en los que fueron desaparecidos los estudiantes. En la organización de dicha movilización participó el profesor Enrique Ochoa Ávila, del Colegio de Bachilleres, mismo que junto con otros dos colectivos, participó en la protesta, que terminó con daños a negocios y pintas en la vía pública, que ocasionaron el arresto de siete personas.
Según el profesor, personas ajenas a este movimiento se infiltraron en el evento y fueron quienes ocasionaron los estropicios, mientras que al intervenir la Policía, se llevaron a inocentes.
Desde entonces los familiares de los detenidos e integrantes del grupo Frente Popular Revolucionario, iniciaron protestas a las afueras de la Fiscalía General del Estado, donde se encontraban los asegurados, quienes finalmente fueron puestos en libertad.
La versión de las autoridades es que al no presentar cargos los propietarios de los comercios afectados, los manifestantes fueron dejados en libertad la tarde del domingo.
En tanto, Ochoa Ávila consideró que se trató de un acto represor del gobierno municipal y estatal, e hizo referencias a la llamada 4T, contra quien ha manifestado rechazo en reiteradas ocasiones por el tema de los acuerdos sindicales de Cobach y las autoridades estatales, luego de que en agosto del año pasado, su planilla no resultó electa en la votación por la secretaría general y quedó fuera de la contienda.
