Exigen libertad a quien dicen es preso político.
Cientos de sanfelipenses sintieron el respaldo de los cachanillas y juntos se manifestaron en el cruce fronterizo de la Zona Centro de Mexicali, exigiendo la liberación del dirigente de los pescadores, Sunshine Antonio Rodríguez Peña, y su esposa Sara. apresados la noche del sábado por autoridades federales y llevados a la Ciudad de México, bajo los cargos de pesca ilegal de totoaba.
Desde las 11:00 horas la protesta convocada por el Frente Cívico Mexicalense, de Sergio Tamai hijo y padre, tomó forma, al iniciar discursos a unos metros de la linea divisoria entre México y Estados Unidos.
Unas 60 personas portando cartulinas que señalaban el arresto del líder sanfelipense como un acto político, sentadas o en la sombra, escucharon los discurso de Rubén Quinónez, dirigente de taxistas, de un representante de Ángeles sin Fronteras en Tijuana, de Manuel Valenzuela y otros, quienes calentaron los ánimos hasta que unidades de la Policía Municipal cerraron totalmente el tránsito hacia la revisión estadounidense. A pie, cientos de sanfelipenses ya caminaban por la avenida Colón para encontrarse de frente con los manifestantes radicados en esta ciudad.
La pareja, hoy a disposición de las autoridades federales.
Gritos y consignas se volvieron uno “Liberen a Sunshine, liberen a Sara”, retumbó una y otra vez, ante la vista de decenas de curiosos. Algunos se sumaban, otros pasaban de largo después de detenerse un momento a preguntar lo que sucedía.
El Frente Cívico había programado la quema de una piñata de El Hombre Araña en representación del presidente Enrique Peña Nieto, en protesta por el arresto de Rodríguez Peña, pero este acto se hizo a un lado para darle paso a los discursos.
Tavo, uno de los más allegados a quien ahora se le imputa el delito de pesca ilegal de totoaba, según lo dicho por el propio titular de Semarnat, Rafael Pacchiano Alemán, informó que tomarían el cruce vehicular hacia Estados Unidos durante una hora y así fue. Cinco minutos antes de cumplirse este plazo, los manifestantes se retiraron del sitio.
El presidente Enrique Peña Nieto saluda a Sunshine Rodríguez, ahora preso, con quien compartió presidium, el 15 de abril de 2015, en San Felipe. Al fondo atestigua el saludo el gobernador Francisco Vega de Lamadrid.
Antes, los discursos de familiares, amigos y espontáneos, cuestionaron desde el actuar del presidente Enrique Peña Nieto, hasta el del gobernador Francisco Vega de Lamadrid, quien, dijeron, no ha abogado por los pescadores del puerto. La crítica también le tocó a Carlos Loret de Mola, por el descontento que dejó la presentación del trabajo periodístico en el cual se menciona a Sunshine como un personaje relacionado con el tráfico de buche de totoaba.
Desde entonces quedó muy lejos la foto del recuerdo, cuando en la visita del presidente Enrique Peña Nieto, Sunshine en calidad de representante de los pescadores locales, estrechaba su mano a manera de compromiso por respetar las disposiciones protectoras a la Vaquita Marina, especie endémica. Ese 15 de abril del 2015 quedó en el olvido cuando los apoyos a los pescadores se fueron mermando y sus familias comenzaron a resentirlo, cuando el acecho de las autoridades federales y las decisiones tomadas a miles de kilómetros de distancia, desdeñaron la realidad de un pueblo que se resiste a dejar atrás su vocación pesquera.
Algunos manifestantes que tomaron la voz también exigieron a los medios de comunicación a hablar con la verdad, a no ocultar las cosas y precisar en sus notas que a Rodríguez Peña no se le encontró un kilo de metanfetamina, sino que se la sembraron las propias autoridades.
El cielo nublado evitó que el agotamiento llegara a los presentes en la protesta, quienes eran vistos a lo lejos por los inmutables agentes aduanales de Estados Unidos.
Llegado el momento, con todo y lonas y cartulinas, volvieron a los camiones y vehículos que dejaron estacionados en la avenida Madero, para salir en carabana rumbo a las oficinas de Semarnat, donde la protesta siguió, y donde una comisión fue escuchada por representantes de esta dependencia federal.
La protesta finalmente se volvió a concentrar frente a las oficinas subdelegacionales de la PGR, en el bulevar Lázaro Cárdenas y la calle Novena, donde el embotellamiento es constante desde hace ya tres días.
Los manifestantes se fueron, pero antes advirtieron que si las respuestas no llegaban cuanto antes a sus exigencias, regresarían a cerrar tanto la entrada como la salida de este puerto fronterizo.
