Hemos cerrado un capítulo llamado 2023. De lo único que tenemos certeza es de que no podemos hacer nada para cambiar lo que ya sucedió. Eso solamente ocurre en las películas. Hoy nos toca vivir el presente, aplicar las enseñanzas aprendidas en el pasado y mirar hacia el futuro, con la mira de ser mejores cada día.
Después de este párrafo inicial del 2024 -a manera de Brindis del Bohemio– quiero desearle, estimado lector -y lectora- que este año nos traiga mucha salud, oportunidades y muy buenas noticias. Desde PODERMX estaremos empeñados en que así sea.
Ahora sí. Salvo que usted observe otras prioridades, iniciamos el 2024 con retos muy parecidos a los de otros años: la seguridad, la contaminación, la salud, la conciencia social. Pero en este año además habrá que agregarle el tema electoral.
El reto -otra vez- es vencer al abstencionismo, que, si pudiera organizarse y presentar candidatos, estos barrerían con todos los demás. ¡De ese tamaño es! Hay quienes toman este factor como negativo; hay quienes lo ven como un reflejo de las desabridas propuestas presentadas por los partidos, que orillan al electorado a decir una y otra vez: “¡más de lo mismo!”.
En lo que se refiere al medio ambiente y la terrible calidad del aire con la que transitamos del 2023 al 2024, pues no podíamos esperar otra cosa. Las matemáticas nos han enseñado que es una locura esperar un resultado distinto, aplicando la misma fórmula y los mismos factores. Eso sucedió en Mexicali. Sin campañas efectivas de prevención, con incipientes medidas legales, estábamos destinados a vivir un contaminado fin de año.
Y a como están las cosas solo hay de dos opciones para que el año entrante no se repita la historia: O trabajamos desde ahorita en una conciencia ciudadana del cuidado del medio ambiente y nuestra salud (todos), o de plano mejor nos cambiamos a vivir a una ciudad menos contaminada.
Hasta aquí la dejamos por el momento. Muchas gracias por todos sus mensajes y aportaciones a PODERMX. Este 2024 debe ser de gran crecimiento, de la mano con el compromiso social que un medio de comunicación debe de tener.
