Otros casos con irregularidades similares a los padecidos por la familia Nicolasa Jiménez Rodríguez, surgieron en las últimas horas luego de darse a conocer las complicaciones que han surgido al darle el último adiós a su familiar, en el panteón Jardín de la Esperanza, de la empresa Gayosso de Mexicali.
A través de Facebook, Elsa narró lo que sucedió hace tres años, cuando la familia de una amiga suya se percataron de la falta de orden en la ubicación de las personas sepultadas, al pedir sin respuesta la ubicación de su familiar ahí enterrado.
La única forma en que pudieron localizar a su madre, comentó, fue luego de movilizar al personal para encontrar la tumba, ya que en los registros de la empresa no se encontró.
Alejandra, también a través de las redes sociales dijo que a su prima le sucedió una situación similar, por lo que recomendó a quienes vayan a utilizar estos servicios observen muy bien que no se registre la misma situación.
Mary por otra parte, narró que su hermana, luego de 18 años sin visitar Mexicali, llegó al panteón de Gayosso ubicado en la carretera al Aeropuerto de esta capital bajacaliforniana, con el propósito de visitar la tumba de su padre, pero tampoco pudo dar con el lugar, hasta que con ayuda de la propia familia, pudieron ubicar el lugar.
Por otra parte, otra amiga compró de contado su terreno, y cuando falleció la funeraria intentó cobrárselo de nueva cuenta (cerca de 50 mil pesos) y al afirmarle a la empresa que ya había pagado, le exigieron el comprobante. Por fortuna, dijo, sí lo tenía guardado.
En tanto, la familia de la señora Nicolasa informó que desde el lunes por la mañana acudieron a la Procuraduría Federal del Consumidor a poner la queja correspondiente.
