Los habitantes del asilo Carlos Canseco ubicado en el ejido Janitzio, en el Valle de Mexicali, han sido alcanzados por la pandemia de COVID-19. Cuatro de sus habitantes fallecieron en la última semana y varios más se encuentran como sospechosos.
La directora del DIF Municipal de Mexicali, María Elena Araiza Casillas confirmó que el primer fallecimiento se registró hace una semana. El abuelito en cuestión comenzó a tener síntomas y de inmediato fue trasladado al hospital en la ciudad, pero lamentablemente falleció al día siguiente.
Inicialmente las autoridades de salud les indicaron que al parecer había sido un caso de neumonía, pero días después se registraron otros seis contagios. Fue entonces cuando médicos confirmaron que se trataba de la enfermedad ocasionada por el virus SARS-CoV-2, que ha orillado a la humanidad a frenar sus actividades cotidianas.
Los cuatro adultos mayores que fallecieron por este padecimiento, presentaban otro tipo de enfermedades, como diabetes.
Actualmente un grupo de residentes de esta casa hogar se encuentran en calidad de sospechosos y aislados del resto. Su salud es monitoreada de forma permanente.
Araiza Casillas aclaró que desde que se supo de la presencia de esta enfermedad, en el asilo se han tomado las medidas necesarias para evitar al máximo los contagios. El personal utiliza los implementos necesarios para atender a los habitantes del asilo, pero aún así la epidemia ya está presente en el recinto.
“Médicos nos dicen que era algo que tenía que suceder…en la calle hay mucha gente asintomática”, dijo la Directora, quien aseguró que el personal sigue desde el inicio de la crisis sanitaria los protocolos necesarios.
Al registrarse este brote de COVID-19, informó, el asilo se dividió en dos, para tener en un sector a los abuelitos contagiados por esta enfermedad o sospechosos, y en otro a aquellos que no presentan síntomas.
Se ha creado un cerco sanitario y se verifica la temperatura corporal de cada persona que ingresa. También en el interior se utilizan los implementos necesarios para evitar contagios y exponer a los 61 habitantes del asilo, que representan el sector más susceptible de sufrir afectaciones graves por este padecimiento.
Aunque el intercambio de información con las autoridades de salud ha sido permanente incluso desde antes de que se supiera de la epidemia, debido al monitoreo constante que se le hace a los abuelitos del recinto, Araiza Casillas reconoció que se necesitan más cubrebocas, guantes y trajes de plástico para personal de salud.
Explicó que las donaciones que recibe el DIF Municipal se dividen en igual proporción para repartir entre el personal médico de los hospitales que atienden casos de COVID-19 y el asilo Carlos Canseco, con el fin de que no falten las medidas preventivas.
NOTA: Las fotografías corresponden a festejos realizados en meses pasados en el Asilo Dr. Carlos Canseco.
