Cómo sobrevivir a robos, tomar clase entre vidrios rotos, actos vandálicos y jugar junto a una barda que en cualquier momento les podría caer encima, son parte de la formación de reciben 400 niños que estudian en la primaria María de Jesús Gil Morales, ubicada en el fraccionamiento Las Flores.
Este es el ambiente en el que toman clase los alumnos de la primaria María de Jesús Gil Morales, del fraccionamiento Las Flores. FOTOS: MarcoV. Blanco/PODERMX.
A su corta edad, ya no les sorprende llegar a su salón y descubrir las ventanas estrelladas, la chapa violada, el bote de basura incendiado y la ausencia del material que sus papás compraron con mucho sacrificio para todo el ciclo escolar.
Durante el día ellos toman clase entre las rejas, mientras que por la noche, con toda libertad, los delincuentes vandalizan su plantel, les roban y destruyen su equipo y hurtan lo que pueden de su instalación eléctrica.
El director del plantel, Roberto Félix, considera que ésta ha sido la etapa más difícil de la escuela que abrió sus puertas hace 35 años en esta céntrica comunidad, debido a la inseguridad de la que es víctima.
En la actualidad tienen 18 vidrios rotos. Algunos ya fueron completamente desmontados para evitar accidentes, otros fueron cubiertos con cinta transparente para evitar que los pedazos caigan en los niños mientras toman clase.
Los daños y robos a la instalación eléctrica del plantel son constantes.
Pero romper las ventanas de los salones es cosa nueva. Comenzó cuando los ladrones se encontraron con que las puertas metálicas tenían un nuevo aditamento para evitar que fueran abiertas por la fuerza. “En venganza nos estrellaron los vidrios”, comenta el Director.
¿Por qué siguen instalados? Sencillo: Resulta que el seguro escolar no cubre este tipo de daños, por lo que tendrán que ser los padres de familia los que absorban este gasto. Es así que no hay fecha para su remplazo.
Los primeros y segundos grados además tuvieron que despedir el verano con sudor e incomodidad, pues faltando un par de semanas para la salida de la temporada de calor, los delincuentes entraron a la escuela y hurtaron los breakes de los aparatos de aire acondicionado. Incluso dejaron los cables de corriente 220 sueltos y así siguen, esperando la instalación sea reparada.
Matrícula: 400 alumnos.
Principales problemas: Robos, vandalismo y la indiferencia oficial.
La razón de la impunidad con la que entran y salen los vándalos de esta escuela es porque no cuentan con alumbrado, ya que lo primero que hicieron es destruir los focos que daban un poco de seguridad al recinto.
Los alumnos ya se acostumbraron a tomar clases entre rejas.
Pero el problema que tiene más tiempo y el más delicado, es el que representa la barda que cubre el lado poniente de la escuela. En el 2013 fue desmantelado el edificio de la tienda “Calimax” que se ubicaba en este costado del plantel y estuvieron a punto de derribar también esta barda, pero por presión de la misma comunidad educativa se quedó, ya que de lo contrario la escuela se hubiera quedado a expensas de los delincuentes.
Pero hoy la misma barda está a punto de colapsarse y pese a los llamados constantes hechos al Sistema Educativo Estatal para resolver el problema, el peligro lo siguen sorteando los alumnos y los trabajadores del lugar.
La comunidad educativa de este plantel sigue en espera de que las autoridades se sumen a sus esfuerzos.
“Colocamos cinta amarilla en algún tiempo para que los niños no se acercaran, pero esto les llamaba más la atención y decidimos retirarlas, porque por jugar se exponían más al peligro”, explica el profesor.
Desde hace años que la autoridad educativa en Baja California tiene conocimiento de este peligro y una y otra vez se les ha atendido, pero nunca resuelto. “Lo único que nos dicen es que tienen muchas necesidades en muchísimas escuelas y que esperemos nuestro turno, pero mientras tanto nuestros niños siguen en peligro”, añade el directivo.
Roberto Félix hace un nuevo llamado al Sistema Educativo Estatal y a la Policía Municipal a interesarse en lo que ocurre en este plantel educativo y apoyar a la comunidad para hacer frente juntos al problema de la inseguridad y el vandalismo.
