Si usted está hasta el gorro de las campañas políticas y los correspondientes pleitos generados en su contexto, ¡agárrese!, por que a partir de hoy empezarán a sacarse sus trapitos al sol los contrincantes políticos. Y es que en estos 26 días que faltan para ir a votar, las candidatas y candidatos saben que hay un puño de electores que en silencio no han manifestado su intención de voto y están dispuestos a meterse a cualquier pantano con tal de ir por ellos.
A reserva de las clasificaciones que usted pueda agregar, yo desde aquí veo varios estilos de hacer campaña. Por ejemplo, quien le ha aposatado al estrechar de manos y desde el primer momento se la ha pasado caminando el territorio, tocando puertas, toreando perros y besando niños y abuelitas, para abarcar lo más posible en el tiempo ofrecido para hacer campaña. Por otra parte, hay quienes le han apostado todo a la exposición en redes sociales, sin ensuciarse los zapatos, ya sea porque no es su estilo o porque de plano la edad ya se lo impide, o simplemente porque le da flojera y cosita ir a saludar al pueblo.
Hay otros que, luego de ser rimbombantemente elegidos como candidatos ciudadanos, fueron traicionados por sus partidos y ahora están haciendo campaña de brazos caídos, al descubrir que no verán ni un centavo del partido que los prometió impulsar. Otros más, pese a ello, han decidido seguir adelante y sembrar su semilla para impulsar un cambio, por más pequeño que parezca el esfuerzo.
¿Cuál de las fórmulas será la ganadora? Eso lo empezaremos a conocer la noche del domingo 2 de junio. Lo cierto es que sobrarán muchos candidatos que no les quede más que decir: “me equivoqué, pero al menos lo hice a mi manera”.
Los pronósticos se los dejo a usted, amigo lector, y también la decisión de quedarse con el malo o el peor (jiji).
Ceci
¡Qué lamentable que todo el aparato de gobierno sea utilizado para atacar a una mujer que lleva más de diez años buscando a sus hijos! Igualmente triste parece descubrir en un líder -quizás el más popular de los tiempos recientes- la oscuridad de un individuo lleno de rencor, odio y burla hacia quienes piensan distinto a él.
A estas alturas del partido, difícil es buscar -pa’ no decir imposible- justificar decisiones con “es que sus colaboradores son los que le están afectando… es que es muy poco tiempo… ¡es que no puede estar en todo!”
¡Qué ganas de contar con ese poderío del Estado, levantando piedras y encajando varillas en el rayo del sol, en busca de los miles de desaparecidos que están enterrados en territorio mexicano, y quienes no han sido prioridad por el gobierno.
Por cierto, este viernes 24 de mayo tendré el gusto de compartir, con el periodista Eduardo Villa, los comentarios del libro Madre Buscadora, de la autoría de Ceci Flores Armenta, presidenta y fundadora de Madres Buscadoras de Sonora A.C., en el Centro de Estudios Superiores Vilaseca, en San Luis Río Colorado, Sonora.
Por cierto, la mejor manera de comprobar si el movimiento de Ceci se ha vuleto político -o fue víctima de una de las más recientes emboscadas orquestadas desde arriba- es conocer su historia y acompañarla un ratito a buscar en campo.
