Washington, D.C.- Simpatizantes del presidente Donald Trump incitados por el propio mandatario norteamericano irrumpieron de forma violenta en el Capitolio Nacional, este miércoles, durante la ceremonia de certificación del presidente electo, Joe Biden. Los enardecidos manifestantes entraron en el recinto para tratar de evitar que se certifiqué a quien será el próximo presidente de Estados Unidos.
Se ha reportado ya a una mujer herida de bala en la reyerta desatada tras lo que sería solamente una manifestación cercana a la Casa Blanca, la cual se volvió un mar de gente enardecida, luego de que Trump diera un discurso invitando a sus seguidores a que marcharan hacia el Capitolio para apoyar a los Senadores que se oponen a los resultados de las elecciones.
El mandatario aseveró una vez más sin fundamento que hubo fraude electoral, que le robaron la elecciones y que el era el ganador de los comicios.
Con sus declaraciones Trump no midió el peligro de sus palabras cuando muchos de sus seguidores asisten a los eventos del mandatario fuertemente armados.
Tras la toma del Capitolio por parte de estos pro-Trump los 435 Congresistas y 100 Senadores que se encontraban en el inmueble tuvieron que ser resguardados para protegerlos de una multitud enardecida forzaran su entrada al edificio. Con armas de fuego, desde adentro amenazas con disparar a quien logre ingresar al recinto por la fuerza.
Mientras los ánimos se caldean la gran interrogante es ¿en dónde está la policía? ¿Donald Trump no envía a la Guardia Nacional porque los violentos son sus simpatizantes? ¿Porqué en la capital de la nación que se autodenomina “la más poderosa del mundo” y que tiene planes para proteger a Washington hasta de ataques terroristas masivos no hay una estrategia por parte de las autoridades para detener lo que muchos consideran un ataque a la democracia?
Aunque aún no se sabe hasta dónde llegarán los manifestantes que se oponen al resultado de las elecciones; políticos dijeron que ellos seguirán trabajando mientras la situación continúa fuera de control ya que la constitución establece que hoy 6 de enero debe hacerse la certificación del próximo Presidente de Estados Unidos.
Mientras esto ocurre, la Guardia Nacional ha hecho su arribo a las inmediaciones del Capitolio y ha comenzado las maniobras para tratar de diluir a la turba enardecida.
