Mexicali, Baja California.- Durante los dos últimos veranos, cuando el termómetro en Mexicali rebasó los 50°C en varias ocasiones, los mexicalenses han soportado además interrupciones en el servicio de energía eléctrica. Los llamados apagones fueron la pesadilla de familias y pequeños negocios de la ciudad. Y este fenómeno podría repetirse en el 2021, según proyecciones del sector industrial local.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en la capital del estado, Alberto Sánchez Torres, explicó que la causa de esas interrupciones en el servicio fue el déficit de energía eléctrica en todo el estado, cuya demanda del insumo crece cada día mientras que las fuentes para obtenerlo no lo hacen a la misma velocidad.
Esta falta de electricidad varía en el transcurso del año, volviéndose más grave durante los meses de más altas temperaturas cuando precisamente la necesidad del recurso crece por el funcionamiento de aires acondicionados en viviendas, comercios e industria. El año pasado el déficit alcanzó los 500 megawatts en toda la entidad.
El dirigente empresarial señaló que este problema no se ha resuelto, pues no se ha construido una fuente adicional de energía para Baja California, recordando que al inicio de la actual administración federal se canceló el proyecto de interconexión eléctrica de la península con el resto del país.
Añadió que sin una fuente generadora adicional a las qué hay en la región (la planta geotérmica en Mexicali y la planta de ciclo combinado en Playas de Rosarito) este déficit eléctrico persistirá para el verano y lo más probable es que se repitan los apagones de 2019 y 2020.
“Aquí juega una importante variable que es el clima. Sin embargo, si un verano crudo con varias semanas por arriba de los 110 grados (Fahrenheit) muy seguramente vamos a tener problemas de apagones” explicó el presidente del organismo.
Aseguró que tiene conocimiento de un plan de CFE para la construcción de una nueva planta de ciclo combinado con la capacidad de generar hasta 800 megawatts y que se ubicaría en el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora, pero que serviría para abastecer a la entidad de energía eléctrica y resolver este problema.
La disyuntiva es que estos proyectos duran hasta tres años en concluirse y aún ni siquiera hay fecha para iniciar la obra, por lo que a mediano plazo no habría solución a la falta del recurso para el estado.
