Los último días de vida Kelvin Omaet, de 4 años, fueron una pesadilla. Recibió múltiples golpes de su propia madre, heridas que le ocasionaron finalmente la muerte el pasado 18 de agosto, de acuerdo a la hipótesis expuesta hoy por la fiscalía del caso en el que se le acusa.
La pesadilla del niño acabó y comenzó la de Emily Judith, quien a sus 26 años, es la principal sospechosa de quitarle la vida a su hijo. Se le acusa de homicidio agravado por razón de parentesco, delito que podría alcanzar hasta 60 años de prisión, aunque falta mucho para establecerse una sentencia.
Hoy martes Emily Judith, detenida en días pasados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se presentó ante el Juez para su audiencia inicial en la cual se presentaron evidencias y testimonios suficientes para que la autoridad considerada legal su detención y se le formulara la imputación correspondiente.
Entre los testimonios expuestos estuvo la de Mónica, la pareja sentimental de la mujer, quien narró los útimos momentos de vida del pequeño de 4 años y como su madre le confesó que le había pegado. Intentaron reanimarlo pero fue demasiado tarde.
Pero el cuerpo de Kelvin no presentaba menos de 45 lesiones que le fueron ocasionadas en diferentes fechas, presuntamente por su madre, de acuerdo al reporte del Servicio Médico Forense.
Emily Judith, quien fue apresada en el fraccionamiento Nuevo Mexicali, donde se registró la muerte del niño, esperará tras las rejas hasta el 25 de agosto entrante, a las 12:30 horas, cuando en la Sala 10 de la Unidad Calle Sur del Sistema de Justicia, se le presente en la audiencia de vinculación a proceso.
