El polvo se levanta en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Nacional en la colonia Orizaba en la periferia de Mexicali. Preparados para la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, las autoridades se han ocupado de limpiar el predio de enfrente, antes lleno de basura.

Patrullas y autoridades de todos los niveles de gobierno han invadido las calles aledañas. Frente al cuartel que será inaugurado en pocos minutos por el primer mandatario, ya están reunidos grupos con diversas peticiones para el presidente apoyados con mantas, cartulinas y cartas escritas a mano.

La señora María Elena Martínez quiere pedirle a López Obrador que aumente los salarios de los trabajadores de salud y las pensiones de los militares retirados. Desarruga su hoja doblada y escrita de su puño y letra para mostrarla.

A las 10:28 llega la alcaldesa Norma Bustamante. Norma, ¿le vas a pedir algo al presidente? “Saludarlo y agradecerle, claro que si” esquiva la pregunta. Se le cuestiona qué se hará en materia de seguridad, sobre todo en el valle. “Estamos trabajando ya desde la primera semana en las mesas técnicas de seguridad, en coordinación precisamente con el ejército Mexicano, con Guardia Nacional, con GESI, con G4, con Inami y por supuesto con la Dirección de Seguridad Pública Municipal. Estamos haciendo alianzas con el sector empresarial, donde como saben, ya nos donaron dos drones para vigilancia de la ciudad”.

Quien la acompaña le susurra algo al oído y al terminar de contestar esa pregunta, se dirige rápidamente a la entrada del cuartel.

Al frente de las vallas instaladas frente al cuartel está un grupo de maestros que piden el pago de jubilaciones, democracia sindical en el próximo proceso para elegir secretario general del SNTE sección 37, basificaciones y mejor servicio en Issstecali.

“Esperemos que el presidente se acerque a nosotros, que somos el pueblo, que votamos por él, que lo hemos seguido en las redes sociales en la mañanera. Les hemos explicado nuestras necesidades, que son las basificaciones de las compañeras (de educación especial), las altas en base y el cambio seccional en la Sección 37, que sea una convocatoria abierta, libre, con voto libre, secreto y directo”, expresa la maestra Mayra Solís.

El maestro Adolfo Salazar manifiesta que en el Valle de Mexicali no hay servicios de Issstecali y para todo los remiten a la ciudad, donde tampoco hay atención especializada y retrasan cirugías. En el valle no hay ambulancias y cuando se necesita una, le llaman a los bomberos, que están peor equipados, dice.

Con una manta enorme llegan ciudadanos usuarios de los módulos de riego 18, 19 y 20. Magdalena Navarro y Raúl Wence Aguirre explican que no se les paga a los usuarios de agua el valor que les corresponde.

Dice su manta: “Por ejemplo, en este ciclo agrícola que está por terminar, los organismos operadores (de agua) pagaron por hectárea de agua adquirida a razón de 11 mil pesos, solo que los directivos de los módulos de riego involucrados en esta operación de compra/venta liquidaron a los usuarios a precios muy por debajo de esa cifra, variando desde, $2,500, $3,500, $4,700, $5,700 y $8,500 por hectárea. Los 7 módulos exportadores de agua se caracterizan porque sus tierras no son de buena calidad y los usuarios han dejado de sembrar algunas superficies. La pregunta es: ¿A dónde va a parar la diferencia en dinero entre el agua adquirida por los organismos operadores y lo pagado a los usuarios que pusieron a disposición del módulo su dotación volumétrica?”.

“Realmente lo que ellos quieren es cumplir con Tijuana con el agua de nosotros, dice Navarro. Pero ellos ya cobraron”.

A las 10:43 llega la camioneta Negra que transporta a la gobernadora electa, Marina del Pilar Ávila Olmeda. La prensa le pide un minuto al verla descender del automóvil y ella contesta que “a la salida”, promesa que no cumplirá.

Llega otro grupo frente a las vallas con dos grandes mantas amarillas con los nombres y fotografías cubiertos con sangre. Son las imágenes de los legisladores que apoyan la propuesta del aborto legal. “Sr. Presidente Andrés Manuel López Obrador en Baja California no queremos diputados asesinos. Exigimos consulta popular por el derecho a la vida”, reza una de las mantas.

Más tarde, María García Castillo, madre de Rosa Isela Viveros y abuela de Leah Fregoso Viveros, quienes fueron víctimas de un atropellamiento fatal por un conductor en estado de ebriedad, expresa a la prensa que lucharán por su caso hasta las últimas consecuencias. Se oponen la reclasificación del caso pedida por el propio conductor, pues así el culpable podría llevar su proceso en libertad.

“A Iván Carpio Carpizo y Pedro Ariel Mendívil: que no me suelte de la mano, que me ayude, que me siga ayudando. A la señora Marina del Pilar y a López Obrador… él me dijo ‘se te va a hacer justicia”.

Expresó que fue gracias a la sociedad mexicalense que se hizo justicia en su caso y no fue un carpetazo más. También la hermana y tía de las víctimas, agrega que están más tranquilas ahora que Alejandro Lora Torres, ex director de Seguridad Pública ya no está, pues él trató de responsabilizar a su hermana, por responsabilidad compartida, del fatal atropellamiento.

“Esperemos que el nuevo director de seguridad pública no se preste a todas estas irregularidades que estaban pasando en el caso”, agrega.

“Tenemos protección desde hace cuatro meses. Tenemos fotografías de los elementos (de la Policía) que nos han estado molestando. No nos vamos a dejar intimidar por ellos”, remarca sobre el acoso.

García Castillo informa que el responsable de la muerte de su hija y nieta está viviendo un encierro lleno de comodidades, en una celda de lujo. “También adentro de la cárcel hay corrupción”, dice.

A las 11:14 llega el presidente a bordo de una camioneta negra. Sentado en el asiento del copiloto, esta vez sí bajó la ventanilla. Mucha gente logró entregarle sus peticiones por escrito, mientras personal de ayudantía luchaba por abrir el paso para que avanzara el vehículo.

“Bonilla nos está matando”, repetía una de las maestras que logró acercarse. “Democracia sindical”, fue otra de las consignas.

“México despierta, la vida se respeta”, gritaba el grupo Provida mientras la camioneta entraba a las instalaciones de la Guardia Nacional.

A los pocos minutos, un hombre con chaleco membretado “Gobierno de México” se acercó a un grupo de señoras para decirles que podían darle a él las peticiones que tuvieran para el presidente y que él se las haría llegar.

Mientras sonaban los acordes del himno nacional, las señoras reclamaban que el presidente no tuviera tiempo para escucharlas, y rechazaron usar al funcionario como intermediario.

El evento transcurría mientras parte de la prensa -la que no estaba en la lista- esperábamos afuera, junto con manifestantes, curiosos y mucho personal de ayudantía.

A las 12:37 se acercó una camioneta blanca a las vallas, lo que aprovechó el grupo provida para plantarse al frente con una de sus enormes mantas amarillas y gritar consignas a favor de una consulta sobre el tema del aborto. La camioneta retrocedió y cruzó las vallas más tarde.

Desde la una de la tarde, el tiempo se hizo eterno. El evento finaliza, pero ninguno de los invitados al presídium sale. Los 30 grados de temperatura y las horas de pie, incomodan. El señor del carrito de paletas “Mextiza” hace su agosto en octubre.

Tres muchachos que cuidan las vallas desde el otro lado, quienes dijeron ser soldados del 23 regimiento, discuten sobre la conveniencia o no, de comprarle unas paletas al señor. “No, nos vamos a ver muy mal comiendo paletas”, dice uno ante los argumentos a favor de sus compañeros. Finalmente caen al ver a una de sus colegas disfrutando de su compra.

A la 1:25 un vendedor de donas pasa en su triciclo a toda velocidad. “Pídanle, pídanle, van a morir engañados, el prometer no empobrece”, grita y hace sonreír a los presentes.

Cerca de la 1:40 por fin se abren las puertas del cuartel y sale la camioneta de López Obrador. Escoltada por personal de apoyo, no se detiene. La segunda camioneta en el convoy, si lo hace para recibir la carta de una señora que corre con ella, agitándola en su mano.

Los vehículos levantan una polvareda y se pierden de vista. Igual que los deseos de ser escuchados de muchos quienes lo esperaron hasta el final.

Facebook Comments

Comentarios

comentarios

GRACIAS A TU DONATIVO PODERMX SIGUE SIRVIENDO A LA COMUNIDAD.