El proyecto en modalidad Asociación Público-Privada (APP) para construir una planta desaladora en Ensenada no será la solución a la falta de agua en aquel municipio, denunció el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transoformación (Canacintra) en el puerto, Jorge Cortéz.
En una reunión convocada por su hómologo en Mexicali, Juan Ignacio Gallego Topete, para analizar junto al titular de Desarrollo Social del estado, Carlo Bonfante Olache, los retos del sector en Baja California, el industrial aceptó que esta medida ayudará al déficit del recurso en esa parte del estado, pero está lejos de ser una solución definitiva.
Explicó que la exigencia de agua para el municipio, no solo la industria, es de 1 mil 400 litros por segundo. Actualmente se surten 700, la mitad, aparte de que se hace intermitentemente. Con el funcionamiento de la desaladora se obtendrían 250 litros más por segundo, lo que sumado a lo que se obtiene de las entregas del Río Colorado sigue siendo insuficiente. Ni siquiera con las obras del acueducto de flujo inverso y el del Cañón de Doña Petra se cubriría la necesidad real del vital líquido.
Manifestó que el proyecto, además, se ha retrasado en iniciar en tres ocasiones, la última por la falta del equipo para dragar el agua donde se instalaran las tomas de agua marina. De igual forma, está pendiente el tema financiero y verificar si el acueducto del arroyo Alamar también abona a una solución absoluta al déficit del recurso.
Detalló que el problema no solamente es el puerto, sino que las desaladoras llegaron demasiado tarde a la región porque el problema del desabasto de agua viene de mucho tiempo atrás. Practicamente cuando se concluya la obra, se requeriría otra para satisfacer al demanda que hay en industria, campo y residencia.
Según aseguró el industrial, todos estos reclamos fueron expuesto, en reunión privada, a Bonfante Olache.
