“Mexicali no es una aldea”, aseveró el regidor Héctor Ibarra Calvo, en torno a la propuesta que la alcaldesa Marina del Pilar Ávila Olmeda hizo, de escuchar todas las sugerencias sobre qué hacer con la cerveza decomisada recientemente por sus inspectores, en operativos, y pidió formalmente que sea la Sindicatura la que haga cumplir la ley en este tema.
El edil panista criticó que la Presidenta Municipal esté concentrada en qué hacer con lo incautado, cuando la ley es muy clara al respecto, mientras que las preocupaciones de los mexicalenses son mucho más graves y de otra índole.
“Los temas que su gobierno debe de estar discutiendo con los mexicalenses son muchos más graves que cerveza incautada con fines de distracción mediática y sin ninguna relación con la salud pública”, señaló Ibarra Calvo al respecto.
Estos recientes días, la Presidenta Municipal informó que miles de botes y botellas de cerveza resguardadas en el sótano del Palacio Municipal, serían -con consenso del Cabildo de Mexicali- vendidos y que con lo recaudado se crearía un santuario para animales de la calle o en situación de violencia.
Después de múltiples críticas en redes sociales, Ávila Olmeda rectificó, al señalar que se escucharían otras propuestas, a la vez que reconoció que el proyecto del santuario ya estaba contemplado en su Plan Municipal de Desarrollo.
Al respecto, Ibarra Calvo arremetió: “El ser autoridad municipal implica ejecutar siempre actos apegados a derecho. El marco jurídico no puede ser minimizado ni tomarse como un tema insignificante y mucho menos preguntarse después de ejecutados actos, si existe o no competencia para los mismos.”
Y anunció que ha solicitado formalmente al Sindico Procurador del Ayuntamiento de Mexicali, se pronuncie sobre la legalidad discutida ampliamente en la opinión publica desde hace días, y deje de ser la cerveza, el tema que ocupe a las autoridades municipales en los llamados filtros sanitarios, “para vergüenza de los que esperábamos que la prioridad fueren las medidas de contención sanitaria por COVID-19.
“La agenda pública que exigen los mexicalenses es de elemental sentido común: salud, economía, seguridad y el sustento de sus familias en un municipio ubicado en el epicentro de la peor Pandemia de nuestra generación”, concluyó Ibarra Calvo.
