La violencia que ocurre en el hogar es por demás grave en Baja California. No hay vuelta de hoja. Hablamos de insultos, golpes, ofensas, entre otras acciones que van acabando con la dignidad de la mujer, hijos y en algunos casos, también de los hombres.
Las cifras oficiales revelan un dramático aumento de casos en Mexicali en los meses recientes. El argumento de la autoridade es que hoy la sociedad está denunciando más.
Sí. La llamada violencia familar es muy grave, pero resulta más grave aún que, a sabiendas de ello, las autoridades no cuenten a la fecha con un mecanismo para prevenirla y atenderla.
Me explico: Todos los días sabemos de uno o dos, e incluso más detenidos por cometer actos de violencia contra sus familiares. Hombres -en su mayoría- que han convertido un infierno el lugar que debería ser el más seguro para las personas que se supone más ama. ¿Se imagina usted?
Pero nunca hemos sabido de casos de éxito en donde el violentador sea rehabilitado. ¿habrá?
Hace meses autoridades de la Jurisdicción Sanitaria de Mexicali me comentaban que el personal que ahí trabaja también tiene la capacidad de recibir y atender a víctimas de la violencia doméstica, que se animen a ir al Centro de Salud de su preferencia y reportarlo, pero a la fecha no hay cifras que respalden que estas atenciones se estén dando. Tampoco se difunde esta posibilidad públicamente, quizas por la poca capacidad que tienen para atender este tipo de eventos, en caso de divulgarse.
Buscando seguimiento al tema, platicaba con la diputada Michel Sánchez Allende sobre ello. Me decía que sí hay algunas instituciones que reciben y atienden a hombres violentos que por disposición de un Juez deben someterse a atención especializada para reeducarlos, pero que estas instituciones no están preparadas para atender a quien por su propio pie vaya a solicitar ayuda en ese sentido.
En una reciente mañanera de la alcaldesa Norma Bustamante preguntaba lo mismo. ¿qué instancia existe para atender a quienes quieren dejar sus hábitos violentos pero no saben como hacerlo?
El director de Seguridad Pública Municipal, Pedro Ariel Mendívil García, me dio una repuesta muy larga que en resumidas cuentas fue: no existe, pero estaría bien que hubiera.
En varias ocasiones hemos visto los grados de violencia y las advertencias o focos amarillos que debemos advertir para alcanzar a sacarle la vuelta a un violentador antes que sea demasiado tarde.
Seguramente no es la mujer la única que detecta estas señales, sino también el hombre que va aplicando estas presiones a su pareja. No dudo incluso que por la cabeza de más de uno haya pasado la pregunta: “¿Qué estoy haciendo?”, o la afirmación: “¡Ya no quiero seguir siendo así!”.
Pero, ¿qué instancia está preparada para ayudarles a salir de esa espiral negativa?
No se trata de justificar sus actos de violencia bajo el argumento de “es que no hay quien los atienda”, pero creo que debería ser priotitario para las autoridades crear opciones viables y gratuitas para reeducar a los machos violentos, antes que exhibirlos detenidos frente a una lona con logotipos de corporaciones policíacas, después de que ya lesionaron o quitaron la vida a su pareja. Porque eso -estoy seguro- que no le abona para nada al problema.
Es más mérito actuar antes que ocurra el acto de violencia, a después, cuando es ya demasiado tarde.
¿O qué va a pasar con este tema? ¿Vamos a seguir viendo imágenes de detenidos con manos ensangrentadas y rostros arrepentidos todos los días? ¿o vamos a buscar de una vez por todas una solución a fondo a este problema?
