Este es el testimonio de Alma Díaz, una doctora quien este domingo, luego de una intensa jornada de trabajo, tanto en el consultorio, como en la calle, atendiendo pacientes COVID bajo un árbol, comparte su experiencia con los mexicalenses, pidiéndoles ¡quédense en casa!

Quiero compartirles lo que viví el día de hoy, para todos aquellos que no saben lo que está pasando ahí afuera porque dentro de casa pareciera que las cosas no están tan mal… Uno escucharía hablar al presidente o a López-Gatell y pudiera pensar que las cosas están mal pero no es para tanto. Por eso escribo esto, lo que yo estoy viviendo para que tengan una mejor idea de lo que está sucediendo aquí en Mexicali.

Hoy me hablaron para ir a cubrir una farmacia en la cual no hay médicos que atiendan porque algunos ya se enfermaron y anduvieron con fiebre, otros les dio miedo y renunciaron (yo acepté porque soy del grupo de menor riesgo). En esa farmacia normalmente ahí se reciben 15 a 18 pacientes en 8 horas (ya he trabajado ahí muchas veces). Hoy yo vi a 25 en 5 horas, de los cuales 4 estaban muy graves (una viejita, un hombre mayor con DM y un joven de 35 años y una señora de cuarenta y tantos que le inyectaron dexametasona y a los tres días desarrollo síntomas similares al asma, sin dx de asma previo, saturando a 91%), y aproximadamente la mitad tenían síntomas sugestivos de COVID.

Fue un día muy pesado, pero finalmente salí a las 3 de la tarde para poder comer. De repente, de camino a comer algo, alguien me llama por teléfono, una voz desesperada me dice -por favor doctora mi hermano está muy grave, no lo quieren atender en ningún hospital. Ya lo llevamos al Hispanoamericano y le dieron tratamiento pero no sirve, le sacaron una radiografía y le dijeron que no estaba bien, pero que ya no tenían sitio para él y lo dieron de alta.

Le dieron medicamento Azitromicina, y otras cosas pero está peor, trae mucha fiebre y no puede respirar y ya no sabemos qué hacer. Fuimos a varios hospitales y no lo quieren aceptar, estamos frente al hospital militar y no lo quisieron atender porque no hay médico. Ya no sabemos a dónde llevarlo, somos del valle. Le suplicamos que venga a revisarlo porque ya no sabemos qué hacer.

Yo les ofrecí consulta “a domicilio”, y lo pongo entre comillas porque fue literalmente una consulta en la calle, ya que ellos venían del Valle muy lejos, y no tenían un domicilio cerca, y yo no tenía consultorio donde recibirlos.

Llegué hasta donde tenía su carro, estacionado a la sombra de un árbol por la calle once, y encuentro a un paciente de 32 años de edad, taquipneico con más de 40 respiraciones por minuto, con una saturación de oxígeno 89, FC más de 110 lpm, Temperatura de 37.9 C (me dijeron que estaba en 40°C antes de que yo llegara).

Después de dos horas de aplicado Metamizol 1gr IM y dexametasona 8mg (aplicados por paramédicos antes de que llegara yo) y el paciente tuvo leve mejoría saturando ahora 91% después de las inyecciones.

Yo llamé al 911 para buscar algún hospital que lo pudiera recibir ya que él necesitaba evidentemente oxígenoterapia ya manejo de la fiebre persistente. El primer operador me dirigió a un médico de COVID, el médico de COVID me derivó al supervisor, y el supervisor me explicó que los hospitales estaban llenos, pero que sí va a volver a comunicar para saber si se había liberado algún lugar para recibir a mi paciente.

Mientras me tenían esperando en el teléfono en la calle con el paciente delirando por la fiebre, pasaron dos ambulancias con sus sirenas y un camión de bomberos ahí mismo por la calle once, en diferentes tiempos (separados por minutos) que parecían ir rumbo al hospital general. Por un momento me sentí como en una película apocalíptica, dando consulta a una persona en la vil banqueta del hospital, porque no hay lugar adentro, mientras otra gente grave era trasladada por ambulancias hacia otro hospital pasando frente a nosotros .

Finalmente me dice el supervisor que no tenía lugares, que había lista de espera, pero que esperara y que iba a regresar la llamada en cuanto encontrará un lugar. Parece mentira, pero eso es lo que está pasando

Así están las cosas gente. No es que quiera asustar a nadie, ni hacer un drama de esto, pero es una realidad. Ya no hay espacio, ni camas ni material ni personal para atender a más personas con cuadros respiratorios.

Los médicos que están en la área directamente de COVID en hospitalización en nuestra ciudad Mexicali, Baja California. Me están diciendo que todavía no llegamos a lo peor, cada día se multiplican los casos y las muertes, los noticieros están muy retrasados a lo que estamos viendo realmente en las áreas de COVID.

Por favor aunque tengan que salir a trabajar, háganlo con el mayor cuidado posible. Esto es enserio. Yo me tuve que mudar a un departamento para no arriesgar a mi familia, porque por primera vez sentí un verdadero miedo a perderlos. ¡Por favor agarren la onda!

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