TIJUANA. Adentro, un grupo de niños reían a carcajadas con el show del payaso Garritas, en una fiesta infantil. Afuera, un encapuchado asesinaba a su hijo que lo esperaba en el auto. La tragedia otra vez ha sacudido a los tijuanenses y al resto de Baja California, con escenas dramáticas de este incidente.
La víctima de estos hechos, Osvaldo Abdiel, un muchacho de 15 años de edad, aguardaba a su padre, dedicado a amenizar fiestas infantiles, vestido de payaso, mientras ofrecía sus servicios en una vivienda ubicada en la colonia Colinas de la Mesa, por la calle 24 de Febrero.
Eran las 8:30 de la noche cuando al lugar se acercó un sujeto vestido de negro y con el rostro cubierto con la máscara de una calavera, abrió fuego contra Osvaldo, a quien hirió por la espalda.
El joven cayó mal herido, mientras que el atacante huyó corriendo del lugar.
Al escuchar los disparos, el padre, aún ataviado con su indumentaria de trabajo, salió a ver lo sucedido, pues sus hijos gemelos lo esperaban sentados en la banqueta. Fue cuando descubrió a uno de ellos herido de gravedad.
Testigos ya habían reportado lo ocurrido al 911 de inmediato, por lo que minutos más tarde llegaron al sitio paramédicos de la Cruz Roja, que ya no pudieron hacer nada para salvarle la vida al menor.
De esta forma, Osvaldo Abdiel se convirtió en la víctima número 833 de asesinatos cometidos en lo que va del año tan solo en Tijuana, violencia que incluso ha orillado a la alcaldesa de la ciudad, Montserrat Caballero, a cambiar su domicilio al Cuartel Militar.
