Investigadores en homicidios violentos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se encuentran tras la pista del asesino que ultimó a una familia en la colonia Esperanza, donde fueron encontrados los cuerpos sin vida de un hombre, una mujer (quien era su pareja), y su hijo de 10 años de edad.
La hipótesis de que la víctima del sexo masculino, quien había sido agente de la Policía Ministerial del Estado, había matado a tiros a su esposa y al hijo de ella, fue echada por tierra conforme el trabajo de peritos de la misma PGJE comenzó a avanzar.
De inicio descartaron que en el sitio se hayan registrado disparos de arma de fuego, toda vez que los ahí fallecidos presentaban heridas con armas punzo cortantes únicamente, por lo que el o los responsables del triple homicidio actualmente están prófugos y se sospecha que hayan sido conocidos de las víctimas.
Fernando Ramírez Amador, subprocurador Mexicali.
El subprocurador de Justicia del Estado zona Mexicali, Fernando Ramírez Amador, confirmó este mediodía que la muerte de los tres no se había dado anoche, sino que llevaban varias horas ya sin vida, pero como el domicilio tenía el aire acondicionado encendido, su estado de descomposición no era avanzado.
Fueron familiares de las víctimas quienes encontraron los cadáveres dentro del domicilio, con huellas de violencia. Ellos se animaron a entrar a la vivienda al no saber de ellos durante varios días. Fue así como a las 22:30 horas reportaron el hallazgo al 911 de emergencias.
Agentes de la Policía Municipal acudieron de inmediato al domicilio ubicado en la avenida Chihuahua 1799, casi esquina con la calle Cuyutlán, al poniente de la ciudad, a unos metros del hotel El Cortijo y y tras comprobar el hallazgo, acordonaron el sitio.
Dentro de la vivienda los agentes encontraron tres cuerpos; el de una mujer identificada como Laura Gabriela Martínez Gómez, de 23 años de edad, quien presentaba 18 heridas de arma blanca y fue degollada, lo que le ocasionó finalmente la muerte; el de un niño quien después fue identificado como Christian Ricardo Ibarra, del 10 años, quien registraba 9 lesiones producidas por arma punzo cortante, y el de Carlos Casillas Cisneros, de 47 años de edad, ex agente de la Policía Ministerial del Estado, quien causara baja en el año 2001, luego de tres años de permanecer activo. Él presentaba 16 heridas del mismo tipo en la cara y el cráneo.
De acuerdo al estudio hecho por el Servicio Médico Forense (Semefo), solamente la mujer presentaba evidencias de haberse defendido al momento de ser atacada, en tanto que el hombre y el niño no. Fue usada en este triple homicidio un arma blanca de un filo.
El sitio fue de inmediato acordonado. Investigadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) arribaron también al lugar para resguardar la escena del incidente, en tanto que peritos comenzaron a trabajar la escena.
Con las evidencias que al mediodía de este jueves se encontraron dentro y fuera del domicilio, Ramírez Amador descartó que el hombre haya matado a su pareja y al niño de ella, para luego quitarse la vida, toda vez que él también presentaba golpes y heridas en diversas partes de su cuerpo.
El arma con la cual mataron a los tres, no ha sido localizada todavía y tampoco algunos vehículos de propiedad de los hoy occisos.
Todavía esta tarde los especialistas de la PGJE seguían trabajando en el domicilio, que también se rentaba como parque para eventos y donde el sábado anterior se había registrado un evento; el último día en que los tres fueron vistos con vida por sus conocidos.
