No hay día que pase en el que Berenice no pregunte por Leonardo, su hermanito. A sus tres años de edad le es difícil comprender que no lo volverá a mirar, solamente allá arriba, en las estrellas. Ya ha pasado casi un mes en que el pequeño de seis años murió, pero el dolor no se va ni se irá, aseguran sus padres, quienes hoy exigen justicia.

Leonardo y su familia se intoxicaron al comer sushi del restaurante Tomodashi, ubicado en la colonia Independencia. Todos se vieron muy enfermos, pero el niño fue quien se llevó la peor parte.

Hoy su familia exige justicia. “Si hay algún culpable de esto tiene que pagar”, comenta Leopoldo García Villegas, papá de Leonardo. “No queremos mas que justicia y que se evite que otro niño u otra persona resulte intoxicada y le pueda suceder lo mismo que a nuestro hijo”, menciona.

Fue el pasado jueves 28 de mayo cuando su mamá Cinthia Lizeth Durazo Sustaita llamó al restaurante Tomodashi para pedir que le elaboraran unos rollos que luego recogerían. Recuerda que pidió un sushi Nachito y un Cielo, Mar y Tierra, los cuales comieron ella, su esposo, un familiar más, la pequeña Berenice y Leo, como le decían de cariño.

Al día siguiente los cinco amanecieron enfermos del estómago, con diarrea, vómito y fiebre. Los adultos se recuperaron pronto, así como la niña, pero a Leonardo tuvieron que llevarlo de urgencia a la Cruz Roja.

Cinthia recuerda que eran las 17:30 horas de ese viernes cuando llegaron a la clínica de la institución localizada en el bulevar Lázaro Cárdenas y calle Río Mocorito, y cuando personal médico lo revisó, le indicaron que el niño estaba muy delicado.

Fue cuando el pequeño sufrió un paro y se desvaneció. Su corazón se detuvo y el miedo invadió a sus padres, quienes fueron informados que el niño había sido intubado para ser llevado en ambulancia a la Clínica 31 del IMSS en esta capital.

En el hospital de pediatría fue recibido de inmediato y un médico les confirmó que se encontraba muy delicado y que a causa de la intoxicación mi hijo tuvo muchas complicaciones. Leonardo estaba en coma.

Su mamá recuerda que apenas pudo verlo por unos instantes pues lo tenían en el área de terapia intensiva, aplicándole medicamento con la esperanza de que reaccionara de manera favorable.

“Pude confirmar con mis ojos que mi hijo no reaccionaba a ningún medicamento”, recuerda Cinthia. Su cuerpo no sacaba lo que le había dañado. “Cada vez que veía a mi hijo lo miraba peor”, comenta Cinthia quien  dibuja en sus ojos rasgos de dolor mientras narra lo sucedido. El cubrebocas que le cubre parte de su rostro deja ver su tristeza mientras vuelve a recordar esos momentos, entrevistada en el patio de su casa.

De nada sirvió, continúa, la atención que le dieron los doctores, enfermeros y enfermeras. “Ese día, a la tercer visita me dijo el médico Navarro que mi niño posiblemente no pasaría la noche por la gravedad del estado en el que estaba”, y le pidió que no se fuera, que se quedara a dormir en la sala de espera.

Leo no resistió más. Murió a las 06:44 horas del domingo a causa de una intoxicación por una bacteria que llevaba el pollo que comió en el sushi.

Su fallecimiento enlutó a toda la familia. Su cuerpecito fue cremado y entregado a los días a la familia y el Registro Civil tardó otros tantos en entregarles el Acta de Defunción, por la gran cantidad de defunciones que se han estado registrando en estos días de pandemia por COVID-19.

Justicia para Leo

Leopoldo muestra un gesto de dolor cuando recuerda toda la ilusión que tenía Leo de entrar a la primaria. “Estaba muy emocionado porque iba a entrar a la primaria…”. Su pesar le impide seguir hablando de ello.

Narra que cuando ya pasaron todo lo más difícil y despidieron por fin a su niño, él mismo se comunicó al restaurante a donde pidieron la comida echada a perder y se entrevistó con una persona que se identificó como el propietario. “Le comenté lo que había sucedido con nuestro hijo y reconoció que el pollo que habían servido llevaba una bacteria“.

Leopoldo mencionó que el propietario del negocio mostró empatía y dijo que se haría cargo de lo que fuera necesario, y comentó que alguien se comunicaría con él para los detalles.

Sin embargo, añadió el papá del pequeño Leonardo, quien le habló fue una abogada quien comenzó a evadir la responsabilidad de lo que había sucedido.

Por eso los papás están pidiendo ahora a las autoridades que intervengan, que las cosas no se queden ahí, “que no haya otra familia que sufra lo mismo que estamos sufriendo nosotros”.

Leo está en las estrellas

Mientras los papás de Leo reviven los momentos tan duros que han sufrido con la pérdida de su pequeño, Berenice juega entre ellos.

“Cada noche, ella solita levanta la mano y dice ‘mira allá está mi hermanito'”, comenta su mamá, quien ve en su niña una razón para seguir adelante y para hacerle justicia a Leonardo.

Sin respuesta del restaurante

PoderMX envió un mensaje al restaurante Tomodashi para pedir una versión sobre lo sucedido, pero hasta el momento de publicar esta nota, no se había dado respuesta alguna.

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