Como si fuera el primer día que dejan a sus hijos en la escuela, muchos padres de familia llegaron, los entregaron…y se quedaron a tomarles fotos y video mientras maestros y personal de apoyo aplicaban los famosos “protocolos” en el reinicio de clases presenciales el pasado lunes 30 de agosto y luego de más de 500 días de receso obligado en México…
Las informaciones oficiales reflejan baja respuesta en el llamado a clases, quizá al 50% de lo que se esperaba en el plano nacional, lo que refleja dudas e incertidumbre ante la nueva embestida contagiosa de la covid-19; de cualquier manera, los que fueron a clases fueron tratados con rigor militar en el ingreso y trabajo interno en el plantel como mantener sana distancia, uso obligatorio de cubrebocas y, como nunca, dispositivos para que se laven constantemente las manos sin subestimar –en algunos casos– la prohibición de tocarse la cara…
Saben los padres y maestros de los alumnos el riesgo que estos corren porque no están vacunados y se desenvolverán en medio de zigzagueantes cadenas de contagio que evidencian una nueva realidad: habrá menos muertes gracias a las vacunas que reducen las graves consecuencias del virus pero no impiden que quienes enfermen sufran secuelas de pronóstico reservado…por eso no es bueno confiarse.
El caso es que las experiencias que ocurran en las escuelas determinarán la viabilidad de multiplicar las clases presenciales y como ocurre en casi toda actividad humana no hay, en el inventario de acciones y protocolos educativos, la realización de pruebas rápidas para detectar a nuevos enfermos y/o asintomáticos, estos últimos convertidos en la gran amenaza para la salud pública de la sociedad en su conjunto porque no hay forma de visibilizarlos con eficiencia.
Por todo eso quizá a partir de la primera quincena de septiembre haya noticias del saldo del regreso a clases presenciales en México, aunque aquí cerca, en Calexico y Valle Imperial, ya envían cartas a padres de familia notificándoles la detección de contagios en algunas escuelas sin que ello impida aún suspenderlas pero…allá ellos; cabe señalar que el Distrito Escolar Independiente de Connally, en Texas, que no exige que los estudiantes o maestros usen máscaras, anunció que cerraría temporalmente después de la muerte de los maestros Natalia Chansler, 41, y David “Andy” McCormick, de 59 años de edad…y en la CDMX también ya ocurrió un primer alumno contagiado en la Secundaria Técnica no. 80, de la alcaldía Tláhuac.
…Y por otro lado, solo doce amparos federales se han concedido para que menores de edad sean vacunados en BC, lo que permite suponer que el Sector Salud no tiene necesidad de ponerse a la defensiva argumentando la posible inexistencia de vacunas Pfizer para ese efecto.
Por último y no menos importante para que fructifiquen los esfuerzos y riesgos que asumen el magisterio, padres de familia y alumnos con las clases presenciales, es que las autoridades garanticen a los planteles la dotación de TODOS los apoyos necesarios para la salud como también subsanar los graves daños que sufrieron los planteles por un vandalismo que urge sea tipificado como delito penal grave no por la dimensión de los daños económicos y materiales, sino por las consecuencias de fondo que afectan a la comunidad educativa. ¿O no?
