Baja California está pagando el precio de no aplicar el distanciamiento social. El costo: 4 mil 82 enfermos por COVID-19 y 671 muertos por esta enfermedad. Hace 13 días, el Día de las Madres, las autoridades de gobierno llamaban a la gente a quedarse en casa, a celebrar el 10 de Mayo sin fiestas presenciales. Sin embargo, la Policía tuvo que atender decenas de reportes de festividades alusivas al festejo, uno de los más arraigados en la cultura mexicana. Los llamados de la autoridad, patrullajes y retenes no tuvieron el efecto esperado y los resultados están llegando ya a los hospitales.
Entonces, Baja California tenía documentadas 372 muertes por Coronavirus (99 menos a las de hoy) y 2 mil 349 casos confirmados de contagios (mil 733 casos menos que los que hay en esta fecha) pero la entidad ya se ubicaba en el tercer lugar de contagios a nivel nacional.
En aquel entonces, el secretario de Salud en Baja California, Alonso Óscar Pérez Rico, advertía que las posibilidades de contagio del virus SARS-CoV-2 en Baja California eran muy elevadas. Hace trece días el Secretario consideraba que entonces se estaba viviendo la peor etapa de la epidemia, pero de entonce a la fecha el registro de casos ha sido exponencial.
El enemigo invisible
A diferencia de otros tiempos, el perímetro del Hospital General y de los hospitales 30 y 31 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Mexicali no están rodeados de familiares de los pacientes ahí internados. Personal médico manda a su casa a los parientes y les prohíbe estar cerca de donde está el virus muy activo.
Las actualizaciones sobre el estado de salud de los enfermos COVID son vía telefónica y el familiar regresa al hospital hasta que su pariente es dado de alta o lamentablemente fallece.
Lo mismo sucede en las clínicas y hospitales particulares, donde también se reporta ya una saturación de enfermos por esta enfermedad.
Médicos especialistas de todo el mundo han explicado que la peligrosidad de esta enfermedad radica que sus síntomas se manifiestan después de doce días de haberlo contraído, y que en ese lapso una persona enferma puede llegar a contagiar incluso a 400 personas más, de no practicar el distanciamiento social.
Aunque los avances científicos son importantes en la investigación sobre el SARS-CoV-2, hasta la fecha no existe ni vacuna ni cura para la enfermedad que causa.
El final del túnel de la epidemia, no está a la vista
En Tijuana, la autoridad está diluyendo a decenas de asistentes a mercados sobrerruedas, y a los compradores que van a los estacionamientos de las plazas comerciales – que permanecen cerradas- que sin cuidar la sana distancia, se exponen a ser los próximos visitantes de los hospitales en donde ya no hay lugares disponibles.
Como lo avizoró el mismo Secretario de Salud hace semanas, ha sido rebasado el esfuerzo de las autoridades de gobierno por proveer al personal médico de Baja California de los insumos necesarios para atender la epidemia. Empresarios de todo Baja California y la sociedad en general, han provisto a los trabajadores de la salud de las instituciones públicas de lo necesario para atender a los enfermos. Aún así no es suficiente.
La aplicación de la llamada Nueva Normalidad propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, para iniciar este primero en algunos puntos de México, parece lejana para los bajacalifornianos.
El regreso a clases presenciales está en veremos. La autoridad educativa se encentra evaluando la forma en que dará inicio el siguiente ciclo escolar.
La alcaldesa de Mexicali, Marina del Pilar Ávila Olmeda, anunció que a partir de este fin de semana se reforzarán los puntos de inspección en la ciudad y se cerrarán carriles en las avenidas principales, para evitar la circulación en bulevares de mayor movilidad.
Se ha hecho obligatorio el uso del cubrebocas para quienes salgan a alguna actividad esencial y un máximo de dos personas por automóvil. Estas acciones se reforzarán a partir de las 18:00 horas, y anunció la aplicación de fuertes sanciones a quienes no respeten estas medidas.
Las cifras de contagios
Al corte del pasado 22 de mayo, Baja California tiene 589 casos sospechosos, así como 4 mil 082 confirmados, distribuidos de la siguiente manera: Tijuana, 1,822; Mexicali 1,842; Ensenada 190; Tecate 149; Playas de Rosarito 53; San Quintín/Vicente Guerrero, 21 y San Felipe 5.
En lo que respecta a las defunciones se contabilizan 671, desglosadas de la siguiente manera: Tijuana 451; Mexicali 154; Ensenada 33; Tecate 22; Playas de Rosarito, 7; San Quintín/ Vicente Guerrero, 3 y San Felipe 1.
La Secretaría de Salud del Estado, informó que suman 789 pacientes recuperados del COVID-19 en Baja California; de los cuales 411 son hombres y 378 mujeres.
El gobernador Jaime Bonilla Valdez exhortó a los bajacalifornianos a ser solidarios y cooperativos en las medidas restrictivas y preventivas ante la Pandemia del COVID-19, con el propósito de mitigar la propagación de contagios en la región y por consiguiente que la curva epidemiológica vaya a la baja.
En tanto el Secretario de Salud dijo: “El gobernador Jaime Bonilla Valdez nos ha instruido esta mañana a implementar nuevas estrategias en Mexicali para aplanar la curva; hay que recordar que la pandemia no se ha acabado; no se trata de tener más camas, más hospitales, hay que ser solidarios y pensar en la comunidad”.
